stás en: LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS

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LAS PECULIARIDADES PSICOLÓGICAS DEL SUEÑO.

Citaremos algunas.

Según Schleiermacher la actividad mental procede por conceptos y no por imágenes. En cambio, el sueño piensa principalmente en imágenes.

El sueño alucina; esto es, sustituye pensamientos por alucinaciones (sensaciones subjetivas que no van precedidas de impresión en los sentidos).

Formación de los sueños: la suma de los estímulos sensoriales, procedentes de las diversas fuentes antes estudiadas, y actuantes durante el reposo, despierta en el alma un acervo de representaciones, que se presentan en calidad de alucinaciones. Estas representaciones se enlazan entre sí según las leyes de asociación que nos son conocidas, y evocan a su vez, conforme a las mismas reglas, una nueva serie de representaciones (imágenes). El material total es elaborado por las capacidades anímicas ordenadoras y pensadoras.

Vaschide: Les rêves les plus bizarres trouvent mème une explication des plus logiques quand on sait les analyser.

Wolf Davidson: Los singulares saltos de nuestras representaciones oníricas tienen todos su fundamento en la ley de la asociación.

La asociación libre es el método descrito por Freud  que consiste en que el analizado (el psicoanalizado o el soñador) exprese todas sus ocurrencias, ideas, imágenes, emociones, pensamientos, recuerdos o sentimientos, tal cual como se le presentan, sin ningún tipo de selección, sin restricción o filtro, aun cuando el material le parezca incoherente, impúdico, impertinente o desprovisto de interés.

Esa asociación libre es lo que yo llamaba ligadura en ACLARACIONES 2 del SUEÑO Nº 1. Hay que decir que esa asociación late bajo aplicaciones tales como el test de Rorschach (personalidad) o el brain storming (creatividad).

Lo de la asociación libre en el psicoanálisis me recuerda la viñeta del gran humorista argentino Quino que muestra el cuadro típico del psiquiatra sentado tras su paciente estirado en el diván; éste tiene enfrente, ocupando toda la gran pared que no tiene más remedio que mirar, una reproducción de la atractiva Brigitte Bardot en bikini, la sex-symbol del momento. El médico se dirige a su paciente con un diga libremente todo lo que se le ocurra.

El sueño como producto psíquico se valora en la literatura científica, bien con profundo menosprecio, bien como un valor aún no descubierto, o con exagerada estimación.

Los autores médicos tienden a considerar la actividad psíquica en el sueño como de escaso valor, mientras que los filósofos y los observadores no profesionales -psicólogos de afición-, sostienen el valor psíquico del sueño.

Después de que Freud haya estudiado todas las teorías oníricas existentes en su tiempo, llega a la conclusión de que éstas, en conjunto y expresándose en términos psiquiátricos, se pueden clasificar en dos grupos: uno construye el sueño como una paranoia y el otro como propio de la imbecilidad.

Los símbolos. Se permite en los estímulos somáticos un juego burlón, representándose, por medio de un símbolo plástico cualquiera, la fuente orgánica de la que proceden en cada caso los estímulos. Ejemplos: largas calles para el estímulo intestinal; en el dolor de cabeza, queda ésta representada por el techo de una habitación que el sujeto ve cubierto de repugnantes arañas semejantes a sapos; el pulmón y su función anatómica encuentra su símbolo en la estufa encendida y la corriente de aire que en ella se establece; la vejiga, en objetos redondos en forma de bolsa o sencillamente cóncavos…

Hay que pensar que las analogías simbólicas se irán adaptando con el tiempo a las realidades del momento. Hoy en día nadie tiene noticia de las estufas de carbón que yo conocí en mis aulas de bachillerato. Lo del juego burlón de los símbolos estimulantes me va a permitir relatar un sueño que tengo registrado hace mucho.


SUEÑO Nº 4

Cuando K tenía 61 años (1993) tuvo este sueño. Había de ir con toda su familia a visitar a CH, una mujer algo más joven que él con la que había tenido una ligera relación de joven y a la que nunca había vuelto a ver. En la comitiva estaban la madre de K (muerta hacía cuatro años), su mujer y sus dos hijas. La arrancada era morosa y todo parecía retrasarse sin fin. En vista de ello, la madre de K le dice con sequedad y como mostrando su deseo de que no fuera a la visita: Tu no te preocupes, en cuanto lleguemos, saludas y te vas. Las hijas tardaron mucho en estar dispuestas y en la espera se sucedieron otros acontecimientos enrevesados que la hicieron más larga aún.

Tanto retraso hubo que todos tuvieron que comer en casa de la suegra de K. El primer plato era una sopa de muy buen aspecto pero sin nada de sal. K perdió mucho tiempo buscando un salero que no aparecía por ninguna parte.

Cuando por fin la comitiva ya está en camino, K pregunta la dirección que desconocía; le responden que vive lejos, en cierto lugar de las afueras. K pide a una hija el plano que tarda en encontrar para descubrir al fin que se trataba de un mapa pequeño, sin detalle y por tanto inútil. Detiene el coche y lo aparca. La mujer de K le ayuda a encontrar en el maletero el mapa de detalle que también se resiste a aparecer. Cuando al fin lo ve, exclama: ¡Caray, la última vez que salí con CH vivía en la calle de la Bolsa! La excitación de su propia exclamación despertó a K que se fue, presuroso, al cuarto de baño.

Hasta aquí el relato del sueño; la última palabra de la exclamación (en negritas cinco párrafos más arriba) ha de resultar clave.

NOTAS.

1.- La tarde anterior al sueño, K había consultado su agenda varias veces comprobando que a la mañana siguiente tenía cita con el urólogo para ver el resultado del último análisis y de la ecografía. Asimismo comprueba que por la tarde tenía una reunión con el Presidente del Instituto de la Ingeniería de España, que tenía que preparar.

2.- Las dos anotaciones de la agenda de K tienen su proyección sobre el sueño sin solución de continuidad, y mezcladas. No existe un CORTE como en el sueño Nº 1.


3.- Ciertamente, CH vivía, y vive (2014) en la calle de la Bolsa de Madrid.


INTERPRETACIÓN.

Vayamos por partes, las de las dos anotaciones de agenda.


La primera hace referencia al padecimiento prostático de K que, como ya se ha visto en el Sueño Nº 3, implica una tardanza en dar con la solución necesaria: el vaciado que requiere la bolsa (vesical) que acabo de mencionar al tratar de los símbolos en el sueño. La persistente morosidad en los aconteceres del presente sueño constituyen un subrayado de la búsqueda infructuosa que se registra en el referido Sueño Nº 3.


La segunda requiere una explicación. Cuando K era joven su madre le había aconsejado que pospusiera su interés por las chicas a tener terminada la carrera. Él así lo hizo, a tal punto que las vidas de ambos jóvenes, K y CH, divergieron por caminos diversos. Esto explica la seca actitud de la madre de K que no quiere ser puesta en evidencia ante un inminente encuentro entre K, CH y ella misma.


La segunda cita propiamente dicha pone de manifiesto que K ha llegado en su carrera a una situación de la que su madre seguramente habría de sentirse orgullosa. Una vez más, la idea freudiana de EL SUEÑO COMO UNA REALIZACIÓN DE DESEOS.



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Freud trata exhaustivamente todo lo concerniente a los sueños. Tiene un capítulo muy interesante titulado Relaciones entre el sueño y las enfermedades mentales en el que no voy a entrar; me limitaré a recoger algunas de sus citas tocantes a las analogías entre el sueño y la locura.

-Kant dice que «el loco es un sujeto que sueña despierto».

-Krauss define la locura como «un sueño dentro de la vigilia de los sentidos».

-Schopenhauer escribe que el sueño es una demencia corta, y la demencia, un sueño largo.

-Hagen define el delirio como una vida onírica no producida por el reposo, sino por la enfermedad.

-Wundt escribe: «En realidad podemos vivir en sueños todos aquellos fenómenos que en los manicomios nos es dado observar».


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Como cabía esperar Freud tiene un capítulo, el II, para explicar su metodología interpretativa de los sueños. Lo hace con un ejemplo propio y muy profesional de lo médico-psiquiátrico. Yo lo voy a dejar de lado porque creo que con los cuatro míos, más ordinarios, se puede tener una idea de cómo aproximarse al fenómeno onírico.

Asimismo he tenido ocasión de mostrar en mis sueños su capacidad de satisfacer deseos, que es básica en la teoría onírica de Freud. Y es así porque dicha teoría no reposa sobre los caracteres del contenido manifiesto, sino que se basa en el contenido latente (ideológico) que la labor de interpretación nos descubre detrás del sueño. Si confrontamos el contenido manifiesto con el latente veremos que aún sueños penosísimos y de angustia se revelen después de la interpretación como realizaciones de deseos.

No me resisto a copiar uno muy simpático que relata Freud en la variante de sueño de comodidad:

“La dueña de la pensión en que vivía mi colega tenía el encargo severísimo de despertarle con tiempo para llegar al hospital a la hora marcada, encargo cuyo cumplimiento no dejaba de entrañar graves dificultades. Una mañana dormía mi colega con especial delectación, cuando la patrona le gritó desde la puerta: «¡Levántese usted, don José, que es ya la hora de ir al hospital!» A continuación soñó que ocupaba en una de las salas del hospital, un lecho sobre el cual colgaba un tarjetón con las palabras: «José H. cand., méd., veintidós años.» Viendo esto, se dijo en sueños: «Si estoy ya en el hospital no tengo por qué levantarme para ir.» Y dándose la vuelta continuó durmiendo. Con su razonamiento se había confesado sin disfraz alguno el motivo de su sueño.”

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