Estás en: El Cantar del MÍO CID
QUIÉN hay detrás
QUÉ hay detrás
Fernando y Gonzalo, los de Carrión, susceptibles, cobardes, acomplejados y rencorosos tomaron una mala determinación:
Vayamos pora Carrión aquí mucho detardamos. (ya llevamos aquí mucho tiempo)
Los averes que tenemos grandes son e sobeianos,
mientra que visquieremos despender no lo podremos. (no podremos gastarlos en vida)
Pidamos nuestras mugieres al Çid Campeador,
digamos que las levaremos a tierras de Carrión
e enseñar las hemos dó las heredades son.
Sacar las hemos de Valençia de poder del Campeador,
después en la carrera feremos nuestro sabor, (en el viaje haremos lo que nos dé la gana)
antes que nos retrayan lo que cuntió del león. (nos reprochen)
Averes levaremos grandes que valen grant valor, (hipérbaton en el primer hemistiquio)
escarniremos las fijas del Campeador. (escarneceremos)
D’aquestos averes siempre seremos ricos omnes,
podremos casar con fijas de reyes o de emperadores,
ca de natura somos de condes de Carrión.
Todo esto lo pactaron en secreto los dos hermanos, y tomando a Ferrán Gonçalez, el de su clan, como portavoz, éste dijo ante el Cid y su corte todo lo que convenía al plan, ocultando lo que al Cid pudiera hacer sospechar.
Lo vio éste tan razonable que, con las mujeres que ya consideraba legítimas de ellos, les dio como ajuar 3000 marcos de plata, caballos, vestidos y, sobre todo, lo más preciado para él: su Colada y su Tizona.
mios fijos sode amos quando mis fijas vos do,
allá me levades las telas del coraçón.
(una vez que os doy mis hijas, ambos sois mis hijos;
os llevaís lo que más amo en este mundo)
Por cierto, parece claro a los críticos que los nombres de las hijas del Cid no eran Elvira y Sol, sino Cristina y María, respectivamente.
Acuerdo, preparativos de marcha, aprovisionamiento, despedidas ... Pero el Cid no las tiene todas consigo y decide que su sobrino Félez Muñoz las acompañe hasta Carrión y le traiga noticias de su nuevo asentamiento. Asimismo le da instrucciones de viaje. Como itinerario, Albarracin, Molina de Aragón, Medinaceli, Miedes de Atienza, Ayllón, San Eteban de Gormaz y Carrión. Sin faltar la petición expresa de pernoctar en Molina al amparo de su buen amigo el moro Avengalvón a quien saludarán de parte del Cid, con encargo de atender a sus hijas y acompañarlas hasta Medina: él le resarciría largamente de todo gasto. El moro cumplió, pero los infantes de Carrión:
Ellos veyén la riqueza que el moro sacó,
entr’amos hermanos conseiaron traición:
ya pues que dexar havemos fijas del Campeador,
si pudiéssemos matar el moro Avengalvón,
quanta riqueza tiene aver la iemos nós.
Menos mal que un moro "latinado" (que entendía romance) los oyó conspirar y advirtió al Alcaide; éste, con valentía se enfrentó a los hermanos, advirtiéndolos: si no fuera por el Cid, aquí mismo os mataría y devolvería a Valencia a vuestras mujeres.
Una lástima si lo hubiera hecho, porque el Cantar del Cid habría resultado distinto! Avengalvón acompaña la comitiva hasta Medina, se despide de las hijas del Cid y regresa a Molina. La comitiva continua viaje hasta cerca de San Esteban de Gormaz.
a diestro dexan a Sant Estevan más cae aluén. (que cae más a lo lejos -hipérbaton-)
Entrados son los ifantes al robredo de Corpes, (donde acampan para pasar la noche)
con sus mugieres en braços demuéstranles amor,
Ámal ge lo cunplieron quando salié el sol!
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