Estás en: Tesis doctoral de Pablo Iglesias

QUIÉN hay detrás

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De lo que sí estoy seguro es de que el índice Gini en España está subiendo alarmantemente hacia la unidad. Hoy presentamos la mayor desigualdad entre ricos y pobres de toda la Unión Europea.


Y no se sonrían con la metáfora de los hoyos, que eso es en definitiva lo que nos espera cuando los pocos poderosísimos se vean en un medio absolutamente depauperado. Entonces desatarán una guerra-pretexto para destruirlo todo y volver a reconstruirlo después creando nuevos empleos para la reconstrucción. Y vuelta a empezar la secuencia. Ya decía mi abuela que ¡hacer y deshacer, todo es hacer!


Se ve que a la tesis no se le puede pedir lo que no está dispuesta a dar: el ir al fondo de las cuestiones. Nos cuenta cómo, cuando y dónde se protesta, pero poco más. Sí enfatiza que la forma de protesta actual difiere de la tradicional: Es postnacional porque lo nacional está superado por lo global. Es “postfordista” porque hoy los empleos no son del modo que eran cuando funcionaban las cadenas de los primeros coches Ford… Además, hoy hay teléfonos móviles.


Por tanto, yo acudiré a otras fuentes solventes para introducirme en ellas, aunque sea en modo flash. Voy a fijarme en el tan contendido y veterano Fondo Monetario Internacional. En él están representados 188 países del mundo entero de manera que en todo momento y por mera estadística, la mitad de ellos tendrán gobiernos de derechas y la otra mitad de izquierdas, pero todos están encantados de pertenecer al club al que, encima, abonan sus cuotas.


El valor del voto de cada país depende, fundamentalmente de su PIB. Como aquel valor para EE.UU es del 16,74 % y las decisiones más importantes se toman por una mayoría cualificada de 85 %, resulta que todo el mundo está pendiente de que EE.UU ejerza o no su derecho a veto.


Así que toda la tierra depende de un país del que uno de sus ciudadanos, un economista nacido en Indiana tiene esta opinión:


"Una sociedad no puede funcionar bien sin un mínimo sentido de cohesión y solidaridad nacional y sin que además ese sentido de determinación compartida se asiente sobre un sistema de impuestos equitativo. Si los Americanos creen que el gobierno no es equitativo -es decir, que es del 1 por ciento, para el 1 por ciento o está instrumentado por el 1 por ciento- entonces es seguro que la fe en nuestra democracia perecerá. [se refiere al porcentaje de los más ricos en los EE.UU, a los asociados a las grandes multinacionales implantadas en todo el planeta]".

          El mismo economista ha llegado a decir:

"Un multimillonario americano como Warren Buffett, el segundo más rico del país, paga menos impuestos, porcentualmente, que su secretaria".


El economista en cuestión es un judío que ha sido profesor en el MIT y en las Universidades de Cambridge, Yale, Stanford, Oxford, Princeton y Columbia, entre otras. Es académico correspondiente en la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España donde está en compañía, entre otros, de Ricardo Díez Hochleitner, Isidro Fainé, Manuel Pizarro, José Ángel Sánchez Asiaín, Juan Miguel Villar Mir, etc. Es Premio Nobel de Economía 2001.  Se llama Joseph E. Stiglitz y dirige el Instituto Brooks para la Pobreza Mundial de la Universidad de Mánchester. Y añade:

Existe un nexo positivo no meramente entre crecimiento e igualdad, sino entre ambos y democracia. (El lado malo es que una mayor desigualdad no sólo debilita nuestra economía; debilita también nuestra democracia).


Matizaba yo al principio el concepto crecimiento con la intención de clarificar qué tipo de crecimiento me parece intolerable y cual aceptable. Así, no me opongo, sino que apoyo, el crecimiento positivo de Chad y Haití, o de los ghetos de pobreza de Detriot, Los Ángeles, Ciudad de México o Nueva Delhi.


En cambio Stiglitz no matiza y ello me hace pensar que tampoco él es el judío que necesitamos aunque, de momento, ayude. Yo siempre tengo presente a otro, también judío y Premio Nobel que sólo nos sirve como orientación porque ya no existe; y además era físico e ingeniero y no economista. Le dieron el Nobel de Física por su invención de la holografía. Era húngaro, se llamaba Dennis Gabor y decía: el crecimiento exponencial sólo se da en los libros de matemáticas. En la práctica conduce al colapso.


Con frecuencia se oye decir que a los países pobres es imposible ayudarlos para que salgan de su postración porque sus líderes son unos corruptos que se quedan con el dinero de las ayudas. Pero ¿qué pasa entonces con EE.UU donde en 2011 había registrada una pobreza del 15,1 % (46,2 millones de personas)? ¿Quién se queda con el dinero que debería servir para menguar ese 15,1 %? ¿Tal vez los del 1 % de Stiglitz?


Más de 1/3 de los 700.000 habitantes de Detroit (en los años 50 del siglo pasado llegó a tener 2 millones de habitantes) viven por debajo del umbral de la pobreza. ¿Qué pasa, hay que repetir? ¿Es que el Presidente de los EE.UU, el Gobernador de Michigan y el Alcalde de Detroit son también unos corruptos? O algo peor: ¿es que los EE.UU, la primera potencia mundial, el líder y modelo del Fondo Monetario Internacional simplemente no quiere hacerse eco de las ideas de Stiglitz que acabo de destacar?


¿Hasta cuando hemos de seguir acomodados a la mentira de que todas estas cosas, y las demás, serán arregladas por la libertad de mercado? ¿Es que alguien puede creer que los mercaderes están interesados en acabar con la pobreza? De lo que estamos convencidos, porque así nos lo demuestran a diario, es de que esos mercaderes están interesados, solamente, en que su riqueza no deje de crecer.


Los gobiernos están para promover unas leyes (en materia de impuestos, por ejemplo) que limiten el derecho a la libertad de los mercaderes (los de los ghetos ni siquiera tienen libertad) en beneficio del derecho de estos últimos a vivir, no en la opulencia, pero sí con dignidad.


Como se ve, esta tesis tiene materia para repartir palos a diestro y siniestro, y lo digo con toda la intención del mundo. Pero yo no pasaré de aquí.


Jesús de la Peña

18-6-14


Enlace a la tesis completa:

http://eprints.ucm.es/8458/1/T30518.pdf

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