Estás en: Tesis doctoral de Pablo Iglesias

QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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Voy a hacer primero una serie de observaciones que creo útiles.


Hay que agradecer al autor el descubrimiento que nos hace al aclarar que en España nuestro espectro político va desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda -a la que alaba- Hasta esta tesis doctoral, lo políticamente correcto era que, como extremo sólo existía el del lado derecho.


También hay que resaltar su delicadeza y meticulosidad a la hora de aclarar que cuando continuamente habla del Estado español lo hace porque la mayoría de los individuos de las multitudes que maneja se sienten ajenos a España aun teniendo pasaporte español.


He de notar que el abundante repertorio gráfico no es de mi especial interés. Espero, en cambio, que sea objeto de estudio minucioso por parte de las academias de Policía. Los mapas que se corresponden con las acciones en Escocia (Glasgow, Stirling, Edimburgo), Génova (la batalla de Vía Tolemaide) o Madrid (la batalla de la calle Montera) pueden recordar muy bien la descripción gráfica de la batalla de las Ardenas o el cerco de Estalingrado.


Ya que hablé antes de manipulaciones lingüísticas me voy a fijar ahora en la profusión y riqueza que entrañan. Sólo un ejemplo: Si ustedes oyen hablar de un Centro Social de nombre El Laboratorio, en qué pensarían?


Desde luego, yo me imaginaría un centro muy serio que, con el concurso de científicos de alto nivel experimentan en una diversidad de ciencias con vistas a contrastar hallazgos ciertos que puedan beneficiar a la sociedad …


Pues no; el así llamado centro social es un nido de okupas que han invadido un anexo abandonado de la antigua Facultad de Veterinaria sita en la glorieta de Embajadores; al final, de tanto tirar piedras a su tejado han conseguido la demolición del edificio para quedarse en la calle y así poder gritar con más fuerza lo de ¡por una vivienda digna!.


Aquí, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, se aprende mucha semiótica. El nombre de El Laboratorio es significante de tres cosas: 1) Que el centro está enraizado con algo tan respetable como pueda serlo un laboratorio de veterinaria, el que allí existía; 2) Que el fonema laboratorio cuadra muy bien actualmente con términos asociados a la manipulación: por ejemplo, la genética tan odiada por los desobedientes anti-transgénicos; y ¿por qué no, a la manipulación social?

y 3) Que eso de laboratorio, tan honorable en sí, puede tapar muy bien la actividad en la que realmente laboran los desobedientes okupas:

Probar los más variados artilugios de protección contra la policía, ejercitarse en la extracción de adoquines para tirárselos a la policía o a las vidrieras de McDonald´s, etc. Eso, la mano de obra directa. Los intelectuales ocupan su tiempo en buscar la forma de asegurar que los pacíficos desobedientes den lugar a que los Media capten cómo es la desconsiderada y criminal policía la primera que carga contra unas festivas e inocentes criaturas: es la forma de conseguir la adhesión del espectador que está en su casa, a las intenciones de la pacífica mob.

NOTA.- mob, según la primera acepción del diccionario Webster es, un grupo numeroso de gente cabreada, violenta o difícil de controlar.


Tan rentable debió resultar a los activistas lo del signo laboratorio que, desaparecido el de la facultad de veterinaria, todavía se crearon, sucesivamente dos nuevos centros sociales con ese nombre mágico: el Laboratorio II (Cabestreros) y el Laboratorio III (calle Amparo). Y no sólo eso; el éxito se exportó a Londres donde se asentó el Laboratory of Insurrectionary Imagination con sede en el Rampart Creative Centre.


Me acabo de centrar en el signo laboratorio por su particular importancia, pero no se pierdan el otro, el de centro social. Nuestro autor lo define como el lugar donde los desobedientes de la acción directa, el sector proveniente de la extrema izquierda más “peligroso” mantienen

desde las asambleas y las comisiones de trabajo, pasando por la construcción de los materiales para la desobediencia, hasta la realización de talleres y entrenamientos.


Yo, que no soy un especialista, cuento así las cosas. Pero nuestro autor, con voz de Academia, se expresa de esta manera en algunos lugares de su tesis:


El mantenimiento de la tensión entre el conflicto con la policía —para provocar la atención mediática y generar identidades— y la búsqueda de consensos con el público-espectador fueron muy importantes para lograr adhesiones a sus reivindicaciones y defender la legitimidad de su forma de actuar. Representó, como venimos diciendo, la mejor traducción de las dinámicas neozapatistas en Europa.


La característica fundamental del flash/smart mob, que lo sitúa como forma de acción colectiva del repertorio postnacional …

Cuando a la mob se le añade la connotación de flash se quiere dar a entender que actúa de forma instantánea, como a salto de mata o en modo aquí te pillo,  aquí te mato. Lo de Smart agrega la cualidad de inteligente, es decir, la aplicación de las TIC (Técnicas de la Información y la Comunicación; simplificando, los móviles) que hay que optimizar en los talleres del Centro Social.

forma de acción colectiva del repertorio postnacional … significa: La manera en que las multitudes contenciosas deben actuar ahora que las naciones, los estados y los gobiernos pintan cada vez menos estando como están en manos de las élites globales, económicas o políticas.


¡Hay que ver lo que uno aprende leyendo tesis doctorales! Cuando lo del Prestige gallego, dentro de la desgracia y del desconsuelo, siempre le quedaba a uno el poso de gozo que suponía ver marchar desde los más apartados rincones de España a jóvenes que, con dedicación, entusiasmo y sacrificio acudían a Galicia a mancharse quitando el negro chapapote de las playas y rocas de su costa.


A los voluntarios les ponían un mono blanco y, a trabajar con alegría y sin descanso. Me recordaban mi lucha en las fábricas con operarios de trabajos sucios a los que tanto costaba estimular a mantener su mono limpio (se les daban medios para ello). Total, te decían, si dentro de nada estará sucio otra vez …


En la tesis nos enseña su autor quienes eran los tute bianche  (los monos blancos): unos contestatarios italianos que se cubrían de ese color para hacerse más visibles en su lucha de protesta. Visto lo visto, es bastante probable que los que ofrecían monos blancos a los voluntarios fueran los contestatarios del nunca mais a los que el chapapote les vino como caído del cielo para machacar al Partido Popular en el gobierno.