La distinción viene a continuación. Ya, sin regla, es decir, a mano, al aire, se plegará cada segmento según su papel, el de plegarse definitivamente en monte o en valle. Por fin nos situamos en la fase definitiva, la laboriosa de combinar el plegado, el giro y el aplastamiento final.

El libro habla de colapsado que es palabra de connotación negativa. Antiguamente, cuando alguien moría “de repente” (ahora ya sabemos que siempre se muere uno de repente), se decía que había sufrido un colapso. Por el contrario, quien se ha ejercitado en estos menesteres papiroflécticos tiene la impresión de llegar a un orgasmo después de la fatiga cuando comprueba el perfecto acoplamiento de lo que se está superponiendo. A esto prefiero llamarlo aplastamiento.

La Fig 13 es una copia del CP que desde el libro he hecho al ordenador para intentar plegarla con su carácter plurimolecular. Es un conjunto integral hecho con las moléculas de las Figs. 9 y 12. Dudo de que sea capaz; el tamaño que resulta para la figura es demasiado pequeño para manipular con soltura; de todas formas, ahí queda por si alguien puede conseguirlo.

He leído el libro con más cuidado para llegar a una conclusión importante. He sido capaz de plegar los CP de las moléculas con la esperanza de que lo mismo ocurriría con los montajes plurimoleculares como el de la Fig. 13. Tal cosa nunca me fue posible con otros montajes también complicados de creadores famosos. Esperaba que ahora cambiaría la cosa. Pues no; aunque en el libro se muestran fases de plegado hasta el aplastamiento resulta que esas fases no veo que tengan que ver con el CP final que se da, con lo cual será preciso dibujar un nuevo CP completo para cada fase, cosa que a mí se me escapa.

Fig. 13