Estás en: FENTE

QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

INICIO


Pgs. 1    2    3

Espero y deseo que Pedro Sánchez sepa salir de su laberinto en que se ha metido, con independentistas, comunistas  y otras yerbas porque si no, con tantas facilidades como está repartiendo entre los socios de su Frente Popular, sin duda, puede llegar a ser Presidente, pero no de España, sino de la isla Perejil, eso sí, siempre que le deje Marruecos.


El capítulo de nuestro libro titulado “Manuel Azaña o la demolición de la España histórica” es una biografía del personaje del mayor interés. Alguien lo ha comparado con estadistas como Churchill, De Gaulle o Adenauer. Pío Moa afirma que fue un personaje muy relevante, encarnación de la República, un régimen caótico y violento que derivó a otro distinto y mucho más violento, el Frente Popular.


Veamos ahora a otro componente de la Unión Hipostática de Pedro Sánchez: Companys. Lo cuenta Azaña observando Cataluña bajo poder anarquista-separatista dirigido por Lluis Companys: <<Desde usurparme (al propio Azaña y al gobierno de la República) el derecho al indulto no se han privado de ninguna transgresión. Asaltaron la frontera, las aduanas, el Banco de España, Montjuich, los cuarteles, el parque, la Telefónica, la Campsa. Crearon la Consejería de Defensa, se pusieron a dirigir la guerra que fue un modo de impedirla>>.


Los anarquistas se habían armado y dominaban Barcelona. El jefe separatista Lluis Companys se había sometido a ellos ofreciéndolos todo tipo de colaboración con la intención de minar su poder poco a poco.


La Humanidat, el periódico de Companys, exponía sobre el bombardeo previo de Palma: <<La ciudad sufría la acción dolorosa y terrible de la gloriosa aviación republicana. La bella ciudad de las islas ha sufrido terriblemente por el fuego y la metralla. Pero se trataba de castigos necesarios a muchos pueblos y ciudades donde el fascismo criminal dominaba>>.


Serio problema para Companys y los suyos era su incontrolable socio anarquista.

Cuando las izquerdas perdieron las elecciones de 1933, la reacción de Companys queda expresada por el editorial de su órgano de expresión, La humanitat bajo el título de ¡En pie de guerra! Se trataba de una declaración de guerra civil, como la que por su parte hacía el PESOE: éste con el objeto de liberar a España mediante una dictadura <<proletaria>>, Companys para liberar a Cataluña mediante la dictadura separatista. Ambas en nombre de la democracia.


El 6 e octubre del 34 Companys proclamó en Cataluña una república federal que abolía la legalidad republicana e hizo un llamamiento a las armas dos días después de que el PESOE comenzase su propia insurrección. Fue condenado a cadena perpetua pero, diecisiete meses después Companys salía libre y triunfante, vuelto a la Presidencia de la Generalidad.


No tengo intención de aburrir a los lectores con la enorme cantidad de citas que me faltan por exponer. El presente libro de Pío Moa es un buen ejemplo de rigor historiográfico que estoy seguro que sus lectores sabrán apreciar. Aquí termino, pero no sin recomendar al lector que alcance a los dos últimos Capítulos titulados “Conclusión: Ante un nuevo Frente Popular y un nuevo gran debate”, y “Comentario bibliográfico”. Asombra ver cuántos libros ha podido leer nuestro autor para dar solidez a todo lo que ha escrito después.


ANTERIOR

                                                                PAG. 3 / 3