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Por si no ha quedado claro lo que quiero decir, voy a añadir lo que he podido leer en la página 204:

“Es una lástima que hayas dicho públicamente que no puedes ir a la alcaldía de Barcelona”. Incluso añadió que “aún estaríamos a tiempo si hiciéramos que la gente lo reclamara”.

Son palabras de Pujol a Durán con ocasión de unas elecciones municipales que estaban convocadas.


¡Ya apareció el peine! Un tanto estropeado, pero apareció. Páginas 220, 21, y 22:

Cuando decía (yo, Durán) que CIU no izaría la bandera de la segregación, no pretendía engañar a nadie, estaba convencido de lo que decía, pero el tiempo ha demostrado que hablaba en nombre de muy pocos. Estos últimos años he dedicado mucho tiempo a revisar el pasado. He llegado a la conclusión de que una parte de la acción de gobierno de Convergencia i Unió estaba orientada a poner las bases para que, si un día el independentismo tenía que ser posible, se pudiera edificar como un proyecto de futuro, Y esta conclusión me hace sentir muy muy mal. ¿Todo eso sucedió y yo no lo veía porque era un ingenuo? ¿Tenía poca capacidad política? La respuesta ya me sirve de poco y, posiblemente, presenta diversos componentes.


La acción orientada a favorecer un futurible proyecto independentista estaba más presente en el ánimo de la mayoría de los consellers de CDC que en los de Unió, pero parece difícil contradecir a los que acusan a los gobiernos de CIU de tener una responsabilidad en lo que ahora está pasando. Personalmente nunca hice ni permití de manera consciente nada que considerara que favorecía el independentismo. Pero eso no me exime de responsabilidad; más bien la agrava: implícitamente pone de relieve mi incapacidad política para detectar, desde el lugar privilegiado en el que me encontraba, que en el fondo de alguna de nuestras políticas se resguardaba la voluntad de fortalecer la conciencia independentista de una parte de la ciudadanía.

Gracias, Sr. Durán, por su franqueza, pero añadiré que ésta no le cura de su ingenuidad; veamos:

En los últimos tiempos, las redes han divulgado un supuesto documento de Convergencia y Unió con el título “Programa 2000” en el que se diseñaba la estrategia de recatalanización de CiU. El movimiento Tabarnia lo difundió, explicando que el texto había sido revisado personalmente por el presidente Pujol y que sentaba las bases de la estrategia nacionalista de CIU.


… Entre muchísimas otras consignas el documento hablaba de impulsar el sentimiento nacional catalán de los profesores, de padres y alumnos, como también de incidir en los medios de comunicación con personas que representaran el objetivo de la búsqueda de la soberanía dentro del marco europeo. No sé si el documento es falso o no, o si Convergencia lo conocía o no, pero sí puedo decir que Unió no tenía ninguna constancia de su existencia.

Todos sabemos lo que dan de sí las redes sociales pero, si usted quiere saber algo más sobre el supuesto (de supuesto, nada; es un documento con toda la barba), le recomiendo que lea el libro titulado “CATALUÑA HOY. La ruptura de los puentes. Y ahora, ¿Cómo salimos de aquí?”, de Gaspar Ariño Ortiz, Catedrático de Derecho Administrativo que fue en la Universidad de Barcelona.


En este libro se dice que Pujol es el autor / inspirador del llamado “Programa 2000” escrito en 1989, aunque se venía aplicando desde mucho antes, y que fue dado a conocer el 28-10-1990 por el Periódico de Cataluña.


Y si le interesa conocer el texto completo, véalo en

http://www.tolerancia.org/updocs/ElPeriodico_Programa2000_CiU_1990.pdf


Por si no estaba claro y … coincidencias. Páginas 286 / 87

Aquel domingo de enero de 2002, en el mitin de Vall d´Hebron, debíamos intervenir Mas, Pujol y yo, para mayor honor y gloria de quien había sido escogido por él y su entorno familiar (por Pujol y el entorno familiar de Pujol) para la sucesión (de Pujol, en la presidencia de la Generalitat).


Aznar había hecho a Pujol la oferta de entrar en el gobierno del Estado. En el año 2002 corría la mitad de la legislatura que Aznrar había conseguido por mayoría absoluta el año 2000.

Y Pujol, aprovechando su intervención en el mitin (el del Vall d´Hebron) y, contrariando lo acordado previamente por los tres,