El cilindro ecuatorial se ve en la Fig. 9: tiene g = 21,4599 de altura y como  radio a R * cos (B / 2) = 55 * cos (22,5 / 2) = 53,9432. La longitud de su desarrollo será, pues: 2 * π * 53,9432 = 338,9351.

Fig. 9

La Fig. 10 es una especie de rompecabezas necesario para conseguir que el despiece completo de la esfera cupiera en un DIN A3; el A4 era a todas luces insuficiente. Evité usar dos pliegos diferentes (p.e un DIN A3 y otro A4) por el riesgo inevitable de que la oficina de reprografía no respetara para ambos exactamente la misma escala. De hecho la esfera que reprodujo esa oficina resultó de menor tamaño que el que yo había previsto. Como, afortunadamente, todas las piezas estaban contenidas en el mismo pliego, todas conservaban una única escala, si bien distinta de la mía original. El resultado fue, sin embargo, totalmente aceptable.

Fig. 10

Obsérvese que los 9 elementos del despiece son, precisamente, los nueve troncos de cono iniciales.

Algún detalle más:

El gramaje del papel. He elegido un papel para copia en color de 160 gramos (el corriente para fotocopias en blanco y negro es de 75) a fin de obtener una consistencia y textura adecuadas para la figura.

     Tal como se nos ha enseñado siempre, la tierra está achatada por los polos y ensanchada por el ecuador, debido a la consiguiente centrifugación al girar sobre su eje. Para evitar que a mi esfera le pase eso la he reforzado interiormente  y, precisamente en el plano de su ecuador, con un disco de cartulina que le imprime solidez y palía en lo posible un ligero defecto de construcción que surge: el de una cierta discontinuidad en las pestañas del único semimeridiano que existe.

Por fin, la Fig. 11 es la esfera que resulta al final. La 12 es la semiesfera alzada sobre columnas a modo de cúpula. Observar que esta última resulta del mismo color que el que exhibe al exterior la del capitolio del Estado de California en Sacramento. Contrasta con lo blanco total del resto del edificio y con los capitolios de todos los estados americanos. Me he esforzado sin éxito en encontrar una explicación a semejante particularidad.