ACTO 3º

<Juliana.-Por odio na más, no se odia de ese modo. Pa odiar así tie que haber un querer muy grande.


Esteban.-¡Hija!


Acacia.-¡Esteban! ¡Dios mío, Esteban!


Esteban.-¡Ah!


Raimunda.-¿Aún no le dices padre? Qué, ¿ha perdío el sentío? ¡ Ah!, ¿boca con boca y tú abrazao con ella? ¡Quita, aparta, ahora veo por qué no querías llamarle padre! ¡Que ahora veo que has sío tú quien ha tenío la culpa de too, maldecía!


Acacia.-Sí, sí. ¡Máteme usted! Es verdad, es la verdad. ¡Ha sío el único hombre a quien he querío!>


Está a punto de terminar la representación. Se llevan a Norberto algo mejorado después del tiro que ha recibido de uno de los hijos del Tío Eusebio. Esteban espera la llegada de la justicia a la que va a entregarse pero antes dispara a muerte a una  locamente enfurecida Raimunda. En este estado de suspense, se baja definitivamente el

TELÓN


Para resaltar el papel de los personajes secundarios que sirven para instalar al espectador en el escenario de un pueblo real que vive de realidades, voy a extraer el siguiente diálogo entre doña Isabel y Faustino, y una última observación:


<Doña Isabel.-¿Qué dice el novio? Ya no se acuerda de mí. Verdad que bien irá para cinco años que no le había visto.

Eusebio.- ¿No conoces a doña Isabel?

Faustino.-Sí, señor; pa servirla. Creí que no se recordaba de mí.

Doña Isabel.-Sí, hombre, cuando mi marido era alcalde; va para cinco años. ¡Buen susto nos diste por San Roque, cuando saliste al toro y creímos todos que te había matado!>


Contaré mi experiencia personal. Siempre conocí a mi abuelo Juan como secretario del ayuntamiento de mi pueblo, Noviercas. Llegadas las fiestas de un verano, se enfrentó al alcalde y a los mozos porque no veía claras las mínimas condiciones de seguridad que debían exigirse para la corrida del toro. No sirvió de nada porque como no tenía autoridad, el festejo taurino se celebró. El toro mató a un joven, y mi abuelo murió a los pocos días víctima de una angina de pecho.


…………….

Si se prescinde de Juliana nos quedamos sin base para reflexionar sobre algo tan serio como esto que dice:


<Juliana.-Por odio na más, no se odia de ese modo. Pa odiar así tie que haber un querer muy grande.


…………….

Resumen escueto de La Malquerida:

Triángulo amoroso de

-Raimunda, viuda casada con Esteban; su hija Acacia vive con ellos.

-Esteban, marido y padrastro.

-Acacia, hija e hijastra.


Al principio, relaciones normales entre los tres, según todas las apariencias.

Pasa el tiempo y Acacia se hace casadera.

Esteban se enamora locamente de ella al extremo de quitar del medio a todo pretendiente: A uno, mediante amenazas y al último matándolo a manos de un sicario.


Raimunda no se entera de nada de lo que pasa porque Esteban es un buen simulador.


Acacia es una neurótica que bascula entre el amor y el odio. Ama a su madre como tal, pero la odia por verla enganchada a su padrastro, es decir por tenerla como competidora.

A Esteban lo ama como hombre pero lo odia como amante de otra, de su madre.


Cuando por fin Raimunda se entera de todo, y al ver que su hija y su marido se besan de tornillo, y la chica grita que Esteban es el único hombre que ha querido, monta en cólera loca y Esteban le da un tiro de muerte.


No sabemos si Raimunda muere porque antes de que llegue la justicia a la que Esteban se ha entregado, baja el telón y la obra termina.


La cosa da para otra obra que cuente los amores de uno puesto a la sombra y de otra que se queda al sol.


………………..


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