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QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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Pgs. 1    2    3

Ahora, algunos brochazos esparcidos al azar.

Pag. 261.     Al final la ofensiva republicana de Segovia queda en agua de borrajas. Servirá para que Hemingway escriba su novela ¿Por quien doblan las campanas?

Esto no es una crítica a nuestro autor, sino a quien tradujo el título de la novela que es ¿For whom the bell tolls? Se ve que la campana está en singular, como debe ser; la última ese no es de plural sino de tercera persona.


Leyendo la novela queda claro que el toque de campana es a muerto, y ese toque, ese doblar, se hacía, cuando tocaban las campanas, con una sola: no se echaban las campanas al vuelo, como cuando se quería transmitir júbilo.

Pag. 285.     El Caudillo, hombre limitado, inculto, mediocre militar (sólo buen comandante de batallón), nulo estratega, bajito y de voz atiplada, cuenta, sin embargo, con la astucia necesaria para navegar con paso corto y vista larga.


Pag. 286.     Inspirado por su cuñado Serrano Suñer, su cuñadísimo, Franco forma gobierno en Burgos el 1 de febrero de 1938.

El gobierno tiene una composición plural: dos falangistas, dos monárquicos, dos militares, un cedista, un tradicionalista, dos ingenieros. Todos fieles al Caudillo y sin gran significación política anterior.

Hay que reconocer que el Caudillo sale muy favorecido en este retrato que de él hace nuestro autor. Podía haber empleado el modo caricatura de Paca la culona que usa otras veces para describirlo apoyándose en el insulto que le dedicaba el general Millán Astray. Alonso de Ercilla, en su poema épico La Araucana describe con más tino a Lautaro, el gran enemigo de los españoles.


Y ¿Qué hace poco después el gobierno de la República? Pues pelearse consigo mismo. El presidente Azaña no puede contra el jefe de Gobierno Negrín que triunfa en su lucha por continuar la guerra hasta la derrota final.

Pag. 110.  Azaña y alguna otra inteligencia privilegiada como la de Prieto lo vieron claro casi desde el principio … Formar columnas de paisanos sin instrucción, sin armamento ni disciplina, exaltar su espíritu político, copiar en ellas la fisonomía y la jerarquía de los partidos, y pretender que funcionen como ejército es enorme dislate …

Pero, ¿no era eso lo que querían esas inteligencias privilegiadas cuando lideraban el Frente Popular que había ganado las últimas elecciones? O ¿es que no eran tan privilegiadas?

De la primera inteligencia privilegiada dice nuestro autor en las págs. 155 y 160:

Azaña, siempre tan lúcido …

Durante el resto de la guerra, Azaña será un fantasma lejano deprimido y amargado por los acontecimientos y por la locura homicida que le rodea.

Recordemos lo que, en cambio, ya había hecho el Caudillo según relata nuestro autor en la pag. 286: crea de la nada un gobierno, ¡En plena guerra!, con dos ingenieros. No da nombres. Los aporto yo: Alfonso Peña Boeuf, ingeniero de Caminos que murió siendo Presidente de la Real Academia de Ciencias matemáticas, físicas y naturales (Yo estudié su libro Hormigón armado en la Carrera).  Juan Antonio Suanzes, ingeniero naval; sería el futuro presidente del Instituto Nacional de Industria (INI).


El primero fue Ministro de Obras Públicas. Desde hacía un año trabajaba en un plan de Obras Públicas que se culminaría en 1939. Era la semilla de una cosecha de realizaciones posteriores a esa última fecha:


Pantanos hiperanuales, para regadíos (supongo bien conocidos por nuestro autor los del Plan Jaén y, seguramente, también, los del Plan Badajoz) y para producir energía eléctrica. Instituto Nacional de Colonización para lograr, con agua, la reforma agraria que la República nunca consiguió y que preconizaba demagógica y de secano. Canales de riego, incluído el acueducto Tajo / Segura*. Carreteras, Plan REDIA y autopistas; Puertos (superpuerto de Bilbao, ampliación del de Barcelona). Aeropuertos (de proyección turística como los de Almería y Gerona). Viviendas protegidas, de renta limitada y de la Obra Sindical del Hogar; al principio, creación de nuevos pueblos acogidos a la Dirección General de Regiones Devastadas (por la guerra) y, más tarde, los necesarios para reproducir los anegados al construirse los nuevos y necesarios embalses. Electrificación de ferrocarriles.


*En junio de 1933 siendo Azaña Presidente del Gobierno de la República fue derrotado en las elecciones municipales; aguantó en el poder hasta septiembre y entonces dimitió. Con ello se fue al traste su Plan Nacional de Obras Públicas que había elaborado un notable y mal aprovechado por la República, Ingeniero de Caminos Manuel Lorenzo Pardo, que incluía el trasvase Tajo-Segura.


Otro Ingeniero de Caminos, mi buen amigo José Mª Pliego realizó el Anteproyecto General del Acueducto Tajo-Segura publicado en 1968 y ejecutado, finalmente, el 15-3-1978.

………..

Recordemos al otro ministro Ingeniero, Suanzes, que lo fue de Industria y Comercio. Veamos su semilla fructificada en la gran industria española del siglo veinte, mezclando iniciativas pública y privada.


Polos de Desarrollo Industrial (Burgos, Sevilla, Valladolid, Zaragoza, Vigo, Huelva). Siderúrgicas (Ensidesa y Uninsa, en Asturias). Astilleros (España llegó a ser el 4º país del mundo en construcción naval (especialmente de superpetroleros). Refinerías de petróleo (Tenerife, Tarragona, Castellón, Cartagena, Algeciras, Huelva, La Coruña, Bilbao, Puertollano). Destilación de pizarras bituminosas. Fábricas de abonos, de cemento, de aluminio; de camiones, automóviles y tractores. Centrales eléctricas hidráulicas, térmicas y nucleares (Sta. María de Garoña, José Cabrera). Oleoductos. Líneas de transporte eléctrico a la más alta tensión disponible entonces, y subestaciones. Electrificación de ferrocarriles. Explotaciones mineras (Hunosa, carbón; Andorra -Teruel-, lignitos). El INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica -hoy Aeroespacial-).


Ahí quedan las credenciales de aquel hombre limitado, inculto, mediocre y nulo estratega, que nos pinta nuestro autor. ¡Hay que ver la fuerza que tiene lo políticamente correcto!


…………..


Para terminar, un par de brochazos de menor cuantía.


En la pág. 163 aparece una gran fotografía en la que siete milicianos (puede que uno sea miliciana) rodean una momia esquelética aguantada en pie. Debajo se lee <<Recuerdo de cuando saqueamos iglesias. >>

Sugiero a nuestro autor que en su próxima edición añada al pie de foto el <<¡Viva la muerte!>> de su pág. 150.