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QUÉ hay detrás

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Pgs. 1    2    3    4     

Figs. 3 y 4 – Las Figs. 1 y 2 son como un bosque cuyos árboles no nos dejan verlo. Pasemos ahora del gran rectángulo / bosque al pequeño cuadrado / árbol para ver cómo evoluciona éste hasta el otro. La Fig. 3 muestra uno de los 128 cuadrados antes de ser plegado, y la 4, cómo se transforma en una Base Bomba de agua perfecta (BBA).

Figs. 3 y 4

Fig. 5 – En ella se ve una Bomba de agua dopada (BAD), es decir, una  BBA sin un par de dobleces para  evitar en el CP de la Fig. 2 la presencia de líneas auxiliares innecesarias que llevan a confusión.

Dopar: Introducir en un semiconductor impurezas con el fin de modificar su comportamiento. En mi caso he introducido la impureza de suprimir dos apotemas - monte que son indeseables en la construcción.









Fig. 6 – Con tres BAD unidas se empieza a conformar la Fig. 1 mostrando el inicio acabado de las dos primeras filas. Quedan marcadas las fronteras entre las tres cuencas.

Fig. 5

Fig. 6

Fig. 7 – Es la Fig. 6 en crecimiento desde la Fig. 2. Las verticales de ésta última son las amarillas de la 7, y  las horizontales, las verdes. Es imprescindible recordar permanentemente durante el plegado que tanto las amarillas verticales como las horizontales verdes son las únicas que resultan, al final, en monte. Todas las demás (las diagonales de Fig. 2) son siempre en valle.


Esta Fig. 7 muestra que el plegado ha de hacerse desde la primera línea, de izquierda a derecha, y no por columnas; permite además apreciar otra cosa fundamental. Lo dicho para los dobleces amarillos necesita una aclaración. Como se ve, la figura está sin terminar de plegar. El último tramo de la quebrada amarilla (que se muestra en monte) tiene sus vecinos verticales (sin colorear) en valle, y se ve cómo estos últimos se corresponden hacia arriba (en obra terminada) con plegados en monte, como debe ser. Ello quiere decir que según avanza la construcción del plegado en cada línea, y para cada cuadrado – cuenca, hay que cambiar, cada vez, los modos monte por valle, y viceversa. Sin duda esto es una complicación imprescindible que exige, por añadidura una cualidad al papel que le haga capaz de resistir sin alterarse, tanta manipulación plegatoria.

Fig. 7