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SOSTENIBILIDAD


Título: VOCES DEL PROGRESO


Autores: Diego García-Vega, biólogo.

     David Calle, profesor e ingeniero de telecomunicaciones.

Sira Abenoza, filósofa y profesora del Departamento de Sociedad, Política y Sostenibilidad de ESADE.


Temario: Sostenibilidad social y medioambiental; fecha límite que tenemos para conseguir los retos marcados por la ONU: 2030. Tenemos 7 años para mejorar el futuro mediante un desarrollo sostenible


Edita: Fundación “La Caixa”.


Conduce: Marta Fernández, periodista.

Se trata de un video de 40 minutos de duración en el que hay acuerdo para conseguir el Desarrollo Sostenible que todos deseamos, en el plazo de los 7 años que nos quedan para lograrlo. Con ese fin están reunidos ahora tres protagonistas que saben mucho de todo esto, para dar respuesta a las cuestiones que puedan suscitarse en relación con lo social, lo económico y lo medioambiental (erradicación de la pobreza, el hambre y las desigualdades; terminar con la contaminación ambiental y dar a todos una educación de calidad).


Como se ve, un planteamiento preñado de buenismo de la mejor calidad que nadie se atrevería a objetar. ¿Por qué digo esto? Pues porque recuerdo el coloquio que siguió a la conferencia que dio en la R. A. de Ciencias, el Catedrático de Estratigrafía en la Universidad de Granada y Académico de dicha RA Juan Antonio Vera Torres, con el título “Cambios climáticos en la historia de la tierra: fuente de información del futuro” (13-11-2014).


En el coloquio referido tuve ocasión de plantearle mi inquietud por el giro dado en el lenguaje al cambiar el concepto de “crecimiento sostenible” (alguien ha debido darse cuente de que esto es un oxímoron impresentable) por el de “desarrollo sostenible”. Esto último permite seguir haciendo lo de antes pero con una apariencia más digerible, añadí.


La respuesta del Profesor Vera fue:

“No voy a discutir sobre eso: Estoy completamente de acuerdo con usted”.


Transcurridos 9 años queda demostrado que el profesor Vera tenía razón, porque del video que comento no puede deducirse que la profesora Abenoza esté enseñando en el ESADE (ni ella ni ningún otro profesor de esa Escuela) algo distinto de que el crecimiento es la esencia de la supervivencia de una empresa; y lo mejor para la sociedad.


Es decir, estamos como en tiempos de Adam Smith que dejó escrito en su famoso libro La riqueza de las naciones (1776) que : “La clave del bienestar social está en el crecimiento económico”.

Esa relación entre bienestar y crecimiento era entones tolerable porque había naturaleza suficiente para gastarla en beneficio de una población reducida. Pero hoy, 250 años después, hemos gastado tanto la naturaleza de la Tierra (hemos abusado tanto con nuestra creciente huella ecológica), que no tenemos otro remedio que el de buscar otra alternativa, un nuevo paradigma, que nos lleve a una situación de sostenibilidad desde el crecimiento exponencial insostenible que tenemos ahora y que es el causante de que la Fundación La Caixa haya reaccionado con su mejor intención.

Decía el Nóbel de Física Dennis Gabor que el crecimiento exponencial sólo se da en los libros de matemáticas: en la vida real conduce al colapso. Será bueno recordar argumentos que evidencian la perversión del crecimiento económico sin fin, en diversos ámbitos:


Crecimiento rampante de la corrupción: pregúntese a Antonio Garrigues, o directamente a los responsables chinos de ahora.


Crecimiento de las desigualdades:  Ver lo que argumenta Jeffrey Gale Williamson profesor emérito de la Harvard University, EE.UU.


Crecimiento del deterioro medio ambiental: ver lo que dice el profesor chino Wang Feng.


Ver lo que dice Dennis Meadows, discípulo de Forrester en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets, Boston), sobre el desencanto, estancamiento, desempleo y quiebra que experimentan los sistemas económicos actuales  cuando se interrumpe su crecimiento.


Voy a recordar lo que hace nada decía R. Peccei, Profesor de Física de partículas y de Astrofísica a la vez que Rector de Investigación de la Universidad de California, LA: Lo que se necesita es que aparezca un economista que invente la Nueva Economía que sustituya a la actual basada en el crecimiento por otra que se apoye en la sostenibilidad (hay que sostener el desarrollo de la estabilidad y no el crecimiento) y que sea capaz de resolver los nuevos problemas que se nos planntean y que la economía clásica no resuelve. Y añade: algo así como lo que hicieron los físicos Einstein, Bohr o Planck cuando se dieron cuenta de que con Newton y Maxwell no se resolvían los problmas que habían surgido en la Física.


El inabarcable economista Kenneth Galbraith dijo en 1971: Aunque yo reconocía que el sistema (se refería al sistema económico vigente) no podía y no debía sobrevivir, me encontraba tan bien en él que, en secreto, lamentaba un poco su destino.


¿Que si es difícil de resolver? Claro que sí; es muy difícil. Lo destaca la ponente Sira Abenoza cuando dice “el reto de los retos es cómo todos están entre ellos entrelazados. Esta idea de que estamos en una policrisis en la que los problemas de un lado afectan a los de otro y la gran pregunta es todo el rato “cómo asumirlo y cómo abordarlo”, porque todo está tan relacionado …

NOTA

Conviene aclarar que aunque el término reto está bien empleada aquí (en el diccionario de la Lengua Española se define en su acepción 5 como objetivo o empeño difícil de llevar a cabo y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta), resulta ser equivalente a lo que siempre hemos llamado problema.


Fíjense si será complicado el problema, que su solución se apoya no en premisas buenistas, sino en realidades contrastadas tan creíbles como éstas: Vemos muy pocos datos del mundo real que indiquen que las poblaciones o países más ricos vayan a perder jamás el interés por volverse más ricos. Por ello, las políticas incorporadas a World3 representan el supuesto de que los propietarios del capital seguirán tratando de incrementar su riqueza por tiempo indefinido y de que los consumidores siempre desearán incrementar su consumo.


Explicaré lo que es el Word3: Es un programa informático de modelización sistémica mediante 11 proyecciones (para llegar a ellas los autores han experimentado antes con centenares de otras). La nº 1, por ejemplo, se basa en la hipótesis de que la población sólo dejará de crecer cuando sea muy rica, y su economía sólo dejará de expandirse cuando choque con los límites. Pues bien, la modelización se materializa en 200 ecuaciones no lineales en su mayoría, que fueron planteando y resolviendo, sucesivamente, el maestro y gran sistemista Forrester y su discípulo Meadoows con su equipo. Todos en el MIT. Los datos empleados proceden de fuentes solventes: ONU, FAO, BANCO MUNDIAL, AGENCIA INTERNACIONAL DE LA ENERGÍA, etc. Recordemos que un modelo no es otra cosa que una representación simplificada de la realidad. Y que el resultado que se ha obtenido es que la huella ecológica de la sociedad mundial ha sobrepasado la capacidad de abastecimiento de la tierra. Nos hemos extralimitado en un 20%.


Es, por lo que veo, la respuesta a la inquietud que muestra el ponente Diego García-Vega.

Para el otro ponente, David Calle, es una oportunidad y es una forma magnífica  de que, por lo menos, si hay retos, habrá que plantear soluciones, habrá que intentar ser creativos y habrá que intentar coordinarse entre todos para que de alguna manera esos objetivos estén entrelazados los unos con los otros; habría que unificarlos todos.


Recomiendo encarecidamente a los ponentes del vídeo que lean “Los límites del crecimiento, 30 años después” de Meadows y otros, en el caso de que no lo hayan leído todavía. Porque da la impresión de que todo el panel está siendo víctima del adanismo en que se apoya el buenismo.


He de interrumpir la lectura del vídeo porque tengo continuas dificultades para seguir. Pienso, no obstante, que he aportado lo que creo de mayor utilidad.


Terminaré con unas cuantas alusiones al citado libro “Los límites del crecimiento, 30 años después”. Las necesarias para que queden resonando en nuestra conciencia, en nuestro pensamiento y en nuestra esperanza. Las requeridas para evitar llenar nuestro vacío interior con abundancia de cosas materiales:


Ni el crecimiento es siempre bueno ni el crecimiento es siempre malo. Lo que hace falta no es crecimiento, sino desarrollo. En la medida en que el desarrollo requiera una expansión física [por ejemplo, construir centros de salud o de enseñanza en países pobres], ésta debería ser equitativa, asequible y sostenible, contabilizando todos los costes reales.

Las personas no necesitan automóviles enormes; necesitan admiración y respeto. No necesitan un flujo constante de ropa nueva; necesitan sentir que otros las consideran atractivas.

Tratar de colmar necesidades reales pero inmateriales -de identidad, comunidad, autoestima, superación, amor, alegría- con cosas materiales, es crear un apetito insaciable de falsas soluciones para deseos nunca satisfechos.

La sostenibilidad se contempla como un mundo al que hay que aspirar, no a regañadientes, sino con alegría, no con espíritu de sacrificio, sino de aventura. Un mundo sostenible podría ser mucho mejor que el mundo en que vivimos hoy.

Una transición deliberada a la sostenibilidad se produciría con lentitud suficiente y con bastante tiempo de preaviso para que las personas y las empresas pudieran encontrar su sitio en la nueva economía.

Sintetizando: La solución de sostenibilidad que propugna nuestro libro se sustancia en reducir el consumo y la natalidad, y en aplicar la tecnología a disminuir la huella ecológica y a aumentar la eficiencia de los procesos humanos. Está recogida en la Proyección 9.


Ver, como bibliografía, http://caprichos-ingenieros.com/ateneo1.html

que pormenoriza muchos detalles importantes para explicar lo que falta por decir en el vídeo de la Fundación la Caixa que nos ha interesado tanto.