QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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TREN


Santa Marta tiene tren,

Santa Marta tiene tren,

pero no tiene tranvía.

………

Yo no sé si ese tren de la canción es el que he visto fugazmente en TV o es otro tren colombiano; uno de esos de vía estrecha que hubo en uso y luego se abandonaron a favor de las carreteras o de las autopistas.


Un tren como aquel en que yo acompañaba a mi padre cuando de niño íbamos desde la estación de La Acebosa a la de Roiz para comprar harina de maíz en el molino de aquel pueblo, a fin de que mi madre nos hiciera después sus deliciosas jarrepas. Eso ocurría entonces en San Vicente de la Barquera. Por cierto, en Roiz había nacido 410 años antes Juan de Herrera, el matemático y arquitecto de El Escorial. El tren pasa ahora por el mismo sitio pero transportando viajeros de lujo paisajístico.


Algo parecido ocurre en Colombia. Algunos de esos trenes ya han sido convertidos a la modernidad, pero hay otros que siguen abandonados a la espera de que algún gobierno o algún magnate suelten la pasta necesaria para darles nueva vida.





Fig. 1

Lo que digo haber visto en la TV, es otra cosa (algo como lo de la Fig.1). Con lo que se ve en ella y con lo que se adivina, yo me he permitido dar forma a lo que con mucho ingenio han desarrollado en Colombia los paisanos de allí. Deben de ser los colombianos de Treceño, Roiz, El Barcenal, La Acebosa y Pesués, es decir, de los pueblos que une aquel ferrocarril que, cansados de esperar soluciones que vengan de arriba, han puesto en marcha su propio recurso para comunicarse

El elemento tractor del tren es una moto (yo he elegido una más bien grande) que el motorista coloca de forma especial sobre una plataforma ad hoc; él la monta y manipula como si fuera por una carretera. Pero no hay tal, porque la moto, o al menos su rueda motriz camina sobre uno de los dos raíles.


En la Fig.2 e ve a ese motorista marchando sobre un raíl, que es cosa de buenos equilibristas. Hay que evitar tantas habilidades y para ello nada mejor que acudir al principio side-car de la Fig. 3.


Está claro que intentar hacer marchar a un vehículo sobre carriles ferroviarios usando ruedas neumáticas no es ningún disparate. Todos hemos podido utilizar alguna línea del metro de París con esa singular característica.

Fig.2

Lo que también está claro es que del side-car sólo podremos aprovechar ahora su principio equilibrador. Lo haremos buscando otra alternativa más práctica: La de la Fig. 4 que muestra, sin demasiado detalle, el diseño conducente a una posible construcción: Arriba su alzado y debajo, en correspondencia, su planta. En ambas se destaca la cresta de los raíles de vía estrecha.


La moto asienta su rueda motriz (la trasera) sobre el raíl derecho (según el sentido de marcha), a través del hueco rectangular que deja la plataforma; en la planta, un círculo pequeño muestra la huella de la rueda en el interior de dicho hueco y sobre el raíl.

La rueda delantera se enfrenta a un tope que emerge de la plataforma. Los cuatro cuadraditos de la planta representan los anclajes de los cuatro conjuntos de ruedas locas correspondientes que, atornillados por debajo de la plataforma dan asiento a ésta sobre los raíles.


En el alzado se ven dos de esas ruedas sobre el raíl; la plataforma se apoya en ellas y algo por encima de los raíles.


Fig. 3