Acabo de hablar de cosas fáciles y difíciles que es materia de mucha consideración: lo que para uno puede resultar fácil, para otro puede ser imposible. Conozco dos casos extremos: El de uno que no aprobó la Reválida de Bachillerato y que en sus ochenta y muchos años de vida ha creado multitud de empresas y miles de puestos de trabajo. Y el de otro que siempre ha sido un empleado eficiente y un estudiante aplicado que a sus ochenta y tantos años aún le resuelve a su nieto los problemas que le plantean en la Escuela de Ingeniería.
En todo caso, siempre está el refrán que puentea ambos extremos: El oficio hace maestro. O sea, el ensayo, la práctica, genera experiencia.
Si usted ha llegado hasta aquí y no tenía antes experiencia en palillos, le planteo otro reto palillero; es uno más de los muchos que andan por ahí desde que los chinos los inventaron, según parece.
Se dispone de 16 palillos formando 5 cuadrados (Fig. 9). Se pide convertirlos en dos rectángulos iguales y dos cuadrados iguales a los de partida moviendo sólo dos palillos. Ver la solución en las Figs. 10 y11.