Ítem más. Creo que el aspecto inocente de dicha Fig. 3 necesita una explicación que puede deducirse de la Fig. 4. Por ésta se ve que la construcción no es mera improvisación. Se han estudiado los cortes a dar en las esferas para que el conjunto de éstas se adapte a perfiles circulares. En principio yo pensé utilizar las cinco bolas disponibles pero, a la vista de la Fig. 4 decidí reducirlas a tres. Mi Jefe Alfredo Jiménez Cassina Sr. me solía decir: un diseño que no entra por los ojos, no es un buen diseño.

Fig. 4

En efecto, al final, la construcción se podría asimilar a una viga empotrada en voladizo y las cinco bolas producirían un brazo excesivo para el momento flector. Por añadidura, la base del empotramiento era la corona circular más pequeña que resultaba al cortar las esferas.

Por cierto, observando la Fig. 3 se ve que se han dado solamente tres cortes: dos en la esfera base, ninguno en la segunda, y uno en la tercera. Ello ha dado lugar a los tres últimos casquetes decrecientes y superpuestos, en el extremo libre.

Como es sabido, en las vigas empotradas y cargadas (en este caso la carga era el peso propio), la solicitación en el empotramiento se compone del momento flector y del esfuerzo de cortadura. Al comenzar mis maniobras ya me había sorprendido del no despreciable peso de las bolas y de la dureza y grosor de sus paredes.

Como desconocía la resistencia a las solicitaciones de la cola de pegar y dudaba del comportamiento de la base que había de utilizar (normalmente un rectángulo de cartón en posición horizontal), hice lo siguiente:

Asentada la construcción con su base sobre la horizontal y sin pegar, se observa el desequilibrio que cabía esperar: el momento respecto de la base produce la caída de la figura (su punta llega a la horizontal). Pero no se produce cortadura. Mi duda era si el pegamento, que trabaja a tracción en este caso, sería capaz de compensar el efecto del momento flector.

Para salir de dudas sin riesgo, añadí a la primera constatación el juego de ir inclinando la base asentadora para observar cómo el momento de vuelco iba disminuyendo a la vez que el efecto de cortadura se ponía de manifiesto. Cuando la inclinación de la base fue tal que la figura empezó a resbalar hacia abajo (el esfuerzo cortante era ya notable), decidí que esa inclinación era la que convenía adoptar. El resultado se ve en la Fig. 3. La Fig. 5 es como la 3, con la cimbra que sirvió para construirla y que, naturalmente, se retira a obra terminada, produciendo una airosa figura.

Fig. 5

*     Las Figs. 6, 7, y 8 fueron tomadas en China y publicadas en la Revista Cátedra china, nº 25 de enero 2016.

En su artículo China frente al cambio climático (desde la Cumbre de París), dice que “China fue en 2014 el mayor contaminante en CO2 emitiendo el 26,4% mundial. El 2º fue EE.UU con el 14,4 %.