QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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D. Geometríades surgió elegante tras el telón, saludó con mucha cortesía y dijo solemne:


Mi mensaje es muy importante para todos ustedes y dice así: Nadie se venga a esta orilla que no sepa geometría.


Puropapel era uno de aquellos ustedes que estaba entre el público y, naturalmente, se dio por aludido al momento.


Aunque no le gustaba hacerse publicidad, hizo de tripas corazón, se levantó, miró a su alrededor, y exclamó muy digno:


Pues, como digo yo, por mí como si pintan bastos: Aquí, en esta otra orilla me pienso quedar.


Don Geometríades, que era muy perspicaz, acusó el golpe y trató al punto de dulcificar la cuestión replicando:


Como saber equivale a conocer y la sabiduría popular dice que conocer es amar, pues saquen ustedes la consecuencia.


Tratemos al menos de amar la geometría, o lo que es lo mismo, de amar la belleza que se derrama de ella.


Todos ustedes saben muy bien cómo Platón compartía en su Academia, geometría y belleza.


Eso ya es ponerse en razón, dijo Puropapel que seguía en pie las disquisiciones de don Geometríades.


Porque ha de saber que yo, con el papel, hago verdaderas maravillas.

Sólo necesito eso: papel, unas uñas a medio cortar, y la buena memoria -que Dios me conserve- para saber cómo tengo que plegar cada vez.


Con poco más que todo eso consigo yo unos diseños muy bonitos.


Por Júpiter, Puro! si así puedo llamarte, interrumpió don Geometríades.


De acuerdo, don Geometra, con tal de que todo sea en el reino de los no fumadores.


Geometríades, Puro, don Geometríades, que una cosa es la familiaridad y otra muy distinta, la buena crianza.


Como quería insinuarte, apostilló don Geometríades, no digas nunca bonito, que huele a pescado y apesta a cursi.


No querrá  que en su lugar diga bello o hermoso, que eso sí que me parece pedante.


Dejando de lado esta discusión tonta, verá a dónde quiero llegar con mis maravillas, cortó Puro.


Tú me dirás, porque, la verdad sea dicha, no lo tengo nada claro.


Pues voy, dijo Puropapel, a que con el papel no sólo hago figuras plegadas: hago también poesía.

Ah! Muy interesante, Puro! No dudaré en admitir la fecundidad del lado derecho de tu cerebro.


Siempre, claro está, continuó don Geometríades, que me muestres tu capacidad poética desde tu alejamiento de la geometría.


Además, debes tener en cuenta que no todo lo que pega es poesía.


Me parece muy oportuno lo que dice, don Geometríades, porque eso de pegar se presta a mucha discusión.

                                                                                                                                    

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