QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

INICIO

EL ANTICAPITALISMO RADICAL DE RUBALCABA

Autora del artículo: Esperanza Aguirre, Presidenta del PP de Madrid.

Medio: Diario ABC de 10.12.2012.


“Nadie medianamente informado cree que exista alternativa al capitalismo como el sistema económico capaz de generar más riqueza y bienestar”.

Alfredo Pérez Rubalcaba se declaró el otro día “anticapitalista radical”

… declaración que no es acorde ni con la lógica y la experiencia de la historia de los últimos dos siglos …

Que no cunda el pánico entre los seguidores de ambos políticos: no va a llegar la sangre al río, y verán por qué. Porque al margen de lo que digan, ambos aman, y mucho, al capitalismo: uno, al capitalismo de estado, y la otra al capitalismo de los individuos o de las agrupaciones de individuos.

Y, por qué este amor compartido? Pues porque todo capitalismo tiene algo común en su esencia. Indirectamente lo deja claro E.A. al decir:

Puede entenderse que cuando alboreaba la primera revolución industrial, a principios del siglo XVIII, y cuando todavía no había escrito Adam Smith “La riqueza de las naciones”, algunos hombres cultos e ilustrados se declararan … contrarios al capitalismo …

Pero vino Adam Smith y en su famoso libro clarificó qué fuera el capitalismo al asentarlo sobre su cimiento irrenunciable y rotundo: “La clave del bienestar social está en el crecimiento económico”. Después vendría el judío David Ricardo a dar forma estructurada a las ideas del escocés. Y esa forma estructurada es la que seguimos teniendo 200 años después, enriquecida con las “mejoras” de las que nos enteramos cada día.

Y continua nuestra autora:

Pero tras dos siglos … esas dudas y esas acerbas críticas … son hoy curiosidades históricas, y las personas que las defienden casi en los mismos términos que hace 150 años ya no pueden alegar ignorancia.

El punto débil en la argumentación de E. A está en lo de “los mismos términos”. Al margen de cuales sean los términos de A.P.R, que poco importan ahora, lo cierto es que hoy, la crítica al capitalismo se sustancia en la crítica al crecimiento. Y esa crítica tiene ahora un sentido que no tenía hace 200 años cuando todavía no habíamos empezado a crecer.

Precisamente hoy tenemos la experiencia histórica, por si no nos habíamos dado cuenta antes, de que el crecimiento sin fin es inviable. Como decía el Premio Nóbel de Física Dennis Gabor hace 40 años, el crecimiento exponencial sólo se da en los libros de matemáticas: en la vida real conduce al colapso.

Y no sé yo si no estaremos al borde del colapso. Pero añadiría, de acuerdo con nuestra autora, y eso es lo grave, que hoy no existe alternativa al capitalismo. La conclusión que habrá que sacar es, precisamente, que hay que buscar esa alternativa. Sigue E.A:

Declararse hoy anticapitalista es tan anacrónico y absurdo como declararse contrario a las doctrinas de Galileo o a la Física de Newton.

Pues ya que nuestra autora se remonta a la generación anterior a Newton (la de Galileo, 1564-1642) buscando argumentos pro domo sua, será bueno recordarle otros un poco más recientes, de esos que evidencian la perversión del crecimiento económico sin fin, en diversos ámbitos:

Crecimiento rampante de la corrupción: pregúntese a Antonio Garrigues, o directamente a los responsables chinos de ahora.

Crecimiento de las desigualdades:  Ver lo que argumenta Jeffrey Gale Williamson profesor emérito de la Harvard University, EE.UU.


Crecimiento del deterioro medio ambiental: ver lo que dice el profesor chino Wang Feng.


Ver lo que dice Dennis Meadows, Discípulo de Forrester en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets, Boston), sobre el desencanto, estancamiento, desempleo y quiebra que experimentan los sistemas económicos actuales  cuando se interrumpe su crecimiento.


Y ya que nuestra autora menciona, como argumento supremo a Newton y sus leyes, voy a recordarle lo que hace nada decía R. Peccei, Profesor de Física de Partículas y de Astrofísica a la vez que Rector de Investigación de la Universidad de California, LA: Lo que se necesita es que aparezca un economista que invente la nueva Economía que sustituya a la de Adam Smith, basada en el crecimiento, y que sea capaz de resolver los nuevos problemas que se nos plantean y que la economía clásica no resuelve. Y añade: algo así como lo que hicieron los físicos Einstein, Bohr o Planck cuando se dieron cuenta de que con Newton y Maxwell no se resolvían los problemas que habían surgido en la Física.


Esto me lleva a la consideración final: se busca un economista que le dé al capitalismo del crecimiento el volantazo que dio Einstein (judío) a las teorías de Newton. A poder ser, que sea también judío, como David Ricardo que fue quien convirtió en formulaciones las ideas de Adam Smith. Así pues, que venga cuanto antes el economista del volantazo. No para que nos resuelva la crisis que tenemos ahora entre manos, sino para que nos arregle el futuro. Y digo que sería bueno que fuera un judío porque ya hay 24 Premios Nóbel de Economía judíos.