Publiqué mi libro Sonetos de la vida y de la murete en 1992; en él se incluía éste que dediqué a mi nieta Clara cuando lo escribí durante el verano de 1990; ella nació en el siguiente mes de septiembre. No sé por qué, no está incluido en la colección de mis sonetos que tengo editados en mi sitio Web.

Ahora que estamos en 2022, cuando se casa con Alejandro, me apetece ofrecérselo como recuerdo de aquella espera tan vivificadora.

Para Alejandro, la foto de la figura que él eligió para llevar, de entre las muchas que pueblan mi variada colección.

ESPERANDO A CLARA

La chispa de tu vida me estremece

y expresa tu silencio que silencia

las alboradas de tu eterna ausencia

en mi desasosiego que ya crece.

Te espero en el temor que se adormece

transcurriendo minutos de paciencia

envueltos en tu imagen de excelencia

que me hago cada día que anochece.

Excelencias que pinto a  mi manera

sin contar con tu genio ni tus genes

que marcarán tal vez tu vida entera.

En cualquier caso, Clara, pues que vienes,

sea cual sea el hado que te espera,

nuestro cariño ceñirá tus sienes.

De sobremesa o colgante.

POESÍA

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Obra poética de Inmaculada Ortiz Lledó.

En el siguiente enlace se puede ver la obra completa de sus poemas datados desde 1981 a 2020, aunque en él sólo se anuncian los de 1983.

https://es.slideshare.net/JulioPollinoTamayo/recuerdo-canonizado-1983-inmaculada-ortiz-lled-poemario

Mostraré datos de cada volumen:

1981, El exilio de la palabra; 122 páginas.

1982, Pausa en la marginación; 67 págs.

1983, Recuerdo canonizado; 67 págs.

1984, Siguiendo tu estela; 30 págs.

1982 / 1991, Entre bastidores; 134 págs.

1986, Desde tu iris, tierra; 61 págs.

1990 / 2000, Abecedario de la vida; 130 págs.

2006 / 2020, Con permiso; 50 págs.

Como se ve, una obra extensa: 661 páginas que abarcan 40 años de la existencia inquieta, creativa y generosa de nuestra poeta. Como referencia añadiré que su editor web incluye en su sitio abundante poesía de uno de mis poetas favoritos, Manuel Alcántara, con abundancia de sus excelentes sonetos. Nuestra querida amiga se junta, pues, con buenas compañías.

Lo de Inmaculada va por otros derroteros: Es pura espontaneidad, verso libre, apasionamiento, cabriolas en todo lo alto, sin red.

Como me pide que le cuente, voy a hacerlo fijándome en el volumen que más me ha gustado: Recuerdo canonizado. Por cómo lo nombra, se ve que ella y yo coincidimos en la valoración. He recogido una gavilla de sus poemas y la he puesto en forma de caligrama de media luna.