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CHURCHILL


Título:  GRANDES CONTEMPORÁNEOS (escrito en 1937)

Autor: Winston S. Churchill. Premio nobel de Literatura 1953: Por sus magistrales exposiciones históricas y biográficas y también por su brillante oratoria, en la cual ha descollado como defensor de los eternos valores humanos.

Edita: Plaza  Janés. Los Premios Nobel de literatura IV (254 páginas).


Yo conocía, es un decir, a Churchill (en adelante, W. Churchill) como político, pero no como escritor. De hecho, se retiró de la política el año 1955, cuando yo me fui a vivir a Inglaterra. Entonces lo sustituyó Sir Antiny Eden que fue en adelante el habitual en la BBC. Sentía, pues, una gran curiosidad por acercarme a esta, para mí, nueva experiencia en relación con el gran hombre que fue. Y no he salido decepcionado.


Era descendiente directo del duque de Marlbrough (1702, tiempos de la reina Ana de Inglaterra), El Mambrú de la canción infantil que Beethoven incorporó como motivo en su sinfonía La batalla de Vitoria (1813) recordando la que Wellington ganó a Napoleón durante nuestra guerra de la Independencia.


Mambrú se fue a la guerra / qué dolor, qué dolor, qué pena. / Mambrú se fue a la guerra /  No sé cuándo vendrá / do re mi / do re fa. / No sé cuándo vendrá.


La obra es un fajo de 21 biografías de hombres notables, 12 páginas por término medio para cada biografiado. 6 Primeros Ministros; 2 irlandeses, un español y 2 franceses; 4 reyes (incluido un virrey); 6 generales (mariscales y almirantes incluidos); un militar y dos políticos.


Como dice la Academia sueca, W. Churchill era un orador brillante que asimismo escribía como los ángeles, si es que éstos escribieron algo alguna vez. Era, además un hagiógrafo de sus biografiados.


Del primero que trata, copio


<Su correspondencia (entre él y sus amigos) fue animada y continua, y sus íntimas relaciones personales jamás fueron menoscabadas por el encono de las contiendas políticas ni por las vicisitudes de la fortuna… >


Quiero meter ahora una cuña para el editor del libro. Pasa revista el autor a la multitud de sitios donde disfrutó de la compañía de su primer biografiado y, entre ellos cita al Firth or Forth. Naturalmente, se refiere al fiordo que hace el río Forth al norte de Edimburgo, frontera entre Inglaterra y Escocia. El río está atravesado allí por varios puentes y se suele hablar de uno de ellos que es el más famoso. Bueno, pues el tal lugar es sitio para descuido ignorante de escribientes. A ese puente yo he leído llamarlo el “cuarto puente”. Ahora, el editor ha puesto or donde debía haber dicho of.


Sigo con lo copiado antes


<Es difícil describir el placer que me proporcionaba su conversación mientras fluía fácil y espontánea sobre toda clase de tópicos, desde lo triste a lo alegre, desde lo serio a lo festivo. Su cualidad peculiar era la inesperada profundidad o el giro sugeridor que revelaba su dominio del tema y su fondo personal de conocimiento y reflexión… Experimentaba viva curiosidad por todos los aspectos de la vida.>


Con todo esto seguí leyendo y, a medida que avanzaba me asaltó la curiosidad de ver cómo había de tratar W. Churchill al que hacía el nº 14 de la lista, a Hitler. Pues vean lo que copio (página 180):


<No es posible formar un juicio justo sobre una figura pública que ha alcanzado las enormes dimensiones de la de Adolfo Hitler mientras no tengamos ante nosotros, íntegra, la obra de toda su vida. Aunque las malas acciones no pueden ser condonadas por posteriores actuaciones políticas, la Historia está repleta de ejemplos de hombres que han escalado el poder valiéndose de procedimientos feos y crueles, y hasta espantosos, pero que, sin embargo, al apreciar su vida en conjunto, se les consideró como grandes figuras cuyas vidas han enriquecido los anales del género humano. Tal puede suceder con Hitler. Esta visión total está velada hoy.>


Lo dicho está escrito en 1935, es decir, cuatro años antes de que comenzara la II Guerra Mundial con la invasión de Polonia por Alemania y ocho antes de que Hitler fuera derrotado en ella y muerto.


<Y pues la historia está sin terminar, porque sus más azarosos capítulos no han sido escritos aún, nos vemos obligados a tratar de la parte sombría de la carrera y la obra hitlerianas, sin olvidar la posibilidad de una alternativa luminosa ni cesar de esperarla.>


El subrayado es mío y pretende resaltar que ya entonces había mucha sombra en la carrera del Führer. Y que la alternativa luminosa que W. Churchill esperaba, nunca llegó. De hecho, lo que llegó fue una guerra, la 2ª Mundial que duró desde 1939 a 1945. Y que enfrentó a los países del Eje (Alemania, Italia y Japón) y a los Aliados (Gran Bretaña, Francia, los EE.UU y la Rusia Soviética).


Veamos la participación de W. Churchill en el final de dicha guerra para deducir de ella su posición frente a Hitler. Como la Guerra tuvo dos frentes (el Pacífico – Aliados contra Japón-), y Europa (Aliados contra Alemania), hubo dos fechas clave: 8 de mayo, 1945, rendición de Alemania y 2 de septiembre, 1945, rendición de Japón.


Poco antes de materializarse las rendiciones, los Aliados ya se reunieron por adelantado.

1-Primero fue en Yalta (Rusia soviética): Churchill, Roosebelt y Stalin, el 4-febrero 1945.

2-En Postdam, cerca de Berlín, los reunidos fueron Churchill, Truman y Stalin, el 17 de julio de 1945.

3-También en Postdam, se reunieron Atlee, Truman y Stalin, el 2 de agosto de 1945.


En 2- hay que observar un par de cosas importantes: A) Un deteriorado Roosevelt fue sustituido por Truman. B) Churchill empezó a mosquearse con las pretensiones de Stalin al tiempo que pretendía transmitir su mosqueo a Truman, que le daba largas al tal mosqueo; él estaba en otra cosa (estaba pendiente de madurar la bomba atómica para Japón).

Los incondicionales del Putin actual, seguro que tildan al mosqueo de Churchill como “la gran visión del futuro”.


En 3- salta a la vista que Churchill  ha desaparecido de la escena. En las Elecciones Generales que tocaban, los Laboristas de Atlee (socialistas) derrotaron a los Conservadores de Churchill. Poco le duró la gloria al tal Atlee.