QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

INICIO

LA BOHEME



Demasiadas coincidencias.

Fig. 1

Me ha regalado mi amigo Mariano esta joya, Milán 1896 (Fig. 1): La partitura para piano de la ópera de Puccini completa, en sus cuatro actos. Me consta que el motivo del regalo no es la música en sí, sino otra cosa que luego se verá.


Yo admiro la música pero está lejos de mi alcance. Me falta “memoria musical” para poder almacenar lo que debe haber tras las notas. Así pues, este libro de 144 páginas es para mí algo así como un bello paisaje de cuya vista disfruto. Su visión me transporta a la admiración de su autor, del director, de los intérpretes, de los instrumentos que utilizan, y de quienes saben dar cumplida cuenta de todo ello.


Tendrían que ver ustedes páginas como la 79 ó la 107 para imaginarse lo que quiero decir.


Bueno, pues vamos a atacar ya las coincidencias. El suegro de Mariano era, como el mío, de Calatayud. Él se llamaba Fausto y mi suegro tenía un hermano de nombre Faustino. Calatayud está a menos de 40 Km de Daroca (Calatayud sobre el Jalón y Daroca sobre el Jiloca, aprendíamos).


En Daroca vivía Ángel Mingote, hijo de Tomás y padre de Ángel Antonio (Antonio a secas se hacía llamar este último). Fausto era notario, hombre de gran curiosidad, y poeta. Ángel era maestro de música. Seguramente habría heredado su instinto musical de su padre Tomás que era organista.


Mézclense bien todos estos ingredientes y verán por qué tenemos entre manos LA BOHEME ésta. Además, mi amigo conoce mi admiración por Antonio Mingote y su obra; por el Académico de la Lengua y Marqués de Daroca.

En la entrevista que hicieron un año antes de morir dijo nuestro Académico Antonio: Mi abuelo paterno (Tomás) era un tipo importante. Era el alguacil de Daroca, alguacil, director de la banda municipal, organista, era de todo, fantástico. No se pierdan cómo es ahora el órgano que tocaba el abuelo del fallecido Marqués de Daroca, y la importancia que tenía para los franceses (Fig. 2).


Ángel Mingote educó la voz de su hijo Antonio, primero como tiple y luego como barítono, pero éste no hizo carrera musical, ya que lo que le atraía era el teatro y el dibujo. Ángel estaba preocupado por el futuro de su hijo; decía que no tenía porvenir, que no le gustaba hacer más que garabatos y monigotes. Por cierto, cuando yo descubrí a Mingote en sus primeros dibujos pensé que eso de Mingote sería probablemente un seudónimo acorde con los monigotes con los que se expresaba.

Fig. 2

Habrán observado en la Fig. 1 que hay una lupa sobre cierta firma. Vean en la Fig. 3 lo que desvela el instrumento: El propietario de la partitura tiene que ser Ángel Mingote, el padre de Antonio cuyo segundo nombre empieza también por A. Sin embargo, la caligrafía que observamos no se corresponde con la que conocemos del Académico. Yo mismo doy fe de ello porque conservo la carta manuscrita suya que me dirigió en diciembre de 2006.

Fig. 3