ARTEDOCE

Como en casa somos muy prácticos y tenemos, además, un piso pequeño (adivinen qué es antes, si el huevo o la gallina), cuando llegó la cena de Nochebuena, hubo que sacar el grueso de los muebles del salón a la terraza. En el inventario entraba una figura de artedos1 que venía coronando con arrogancia una lámpara de sobremesa. No hay que decir que la figura era de cartulina y que siendo la noche lluviosa había mucha humedad a la intemperie. Y que a la mañana siguiente la pobre figura apareció hecha una baba.

No importa, me dije: la repito, la mejoro y ya está. Pero sí, sí; todo intento resultó vano. La figura me explotaba entre las manos siempre; no podía recordar cómo era el andamiaje de las gomitas. Tanteando diversas configuraciones, cada vez recibía el rechazo de lo convexo para derivar espontáneamente a lo cóncavo. Así pues, decidí resignarme quedándome con la solución de sectores cóncavos vistos desde el exterior. Con ello obtuve las figuras 1 y 2 que son una misma y buena para posición horizontal. Y la 3, que asimismo procede de lados heptagonales convertidos en pentagonales, para situar como bajorrelieve vertical.

CONSECUENCIA DE UN FUNERAL

No era la primera vez que acudía a uno en esta capilla. En el anterior me había llamado poderosamente la atención su techo que daba pretexto a una iluminación indirecta muy vistosa.

No dejé pasar esta segunda oportunidad y me llevé el borrador mental de cómo era aquello. Estoy seguro de que mi amiga, que era una buena persona, me disculpará.

Una vez puesto a ejecutar la figura vi que todas sus superficies eran planas, así que decidí una variación consistente en convertir el único triángulo rectángulo isósceles que había, en la mitad de una semiesfera cóncava. Creo haber conseguido con ello más elegancia que la mucha que ya contenía el original.

La figura puede servir, como en la versión arquitectónica original, para cubrir un techo, pero también para constituir un portón o para conseguir una cámara anecoica de uso en acústica.

La figura del ejemplo está resuelta con 9 filas cuyo desarrollo se muestra a su derecha. Éste resulta estar curvado a fin de conseguir los 5 ángulos poliedros gracias al corte que determina su defecto angular.

Las líneas empleadas son: rectas para los cinco cortes. Rayado intermitente para los plegados en valle y punto y raya para los pliegues en monte. Finalmente, dar la vuelta al desarrollo para mostrar la figura limpia.

A pesar de mis devaneos no me olvidé de mi flácida y querida figura. Una vez seca la reforcé y quedo tan vistosa como antes. Ahí seguimos disfrutando de su presencia con la esperanza de que la próxima Nochebuena además de buena, sea mejor para ella.

FIg. 1

FIg. 3

FIg. 2