QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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La bomba de neutrones, o el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor)? Dejemos al futuro durmiendo otros 30 años. Pero ojalá llegue antes el valiente que lo despierte y nos traiga gratis la paz y la energía del sol.


Título: UN DESTELLO FUGAZ.

Autor: Andrés Rodríguez Blanco.

Edita. Diputación Foral de Álava, 65 páginas.


A nuestro autor, que es un mayorista del premio, últimamente le han concedido por este su poemario, el XXVII Premio Certamen de Poesía Ernestina de Champourcín, 2016.


El libro es, según su autor confiesa, una visión algo sombría del ser humano. La sombra es una constante permanente en el pensamiento de Andrés. El título la rompe momentáneamente con un destello fugaz.


La alternancia de luces y sombras que acompañan al hombre durante toda su vida se pone de manifiesto en estos versos de su poema SOMBRAS EN LA ESPESURA:

Y los atardeceres acumulan ceniza

y las auroras alzan de nuevo su promesa.

Y todo es importante

o todo se marchita como rostro

hendido por el tiempo.


Y es que la sombra no puede existir sin la luz. Desdramatizando la cuestión se me viene a la memoria aquello que se decía de uno tan vago que nunca en su vida había hecho nada. Con una excepción: los días de sol hacía sombra.


Y termina:

En el poema DERRUMBE nuestro autor continúa con el forcejeo de la luz del amanecer y la sombra del ocaso con expresión verdaderamente dramática:

Qué pájaros murieron al descender la tarde,

qué filos se tensaron,

dónde estaban los labios y las ansias …


Nadie notó

que el alba no era más que una promesa

vacía,

un lejano señuelo.

Nadie vió que el futuro arrebataba

la luz de las estrellas.


El tacto de unas manos buscadoras

se deshizo en cenizas:

un derrumbe de sueños en la noche.


Cuando cae una hoja, su sombra la va guiando para que se pose exactamente donde debe.

Corolario. La luz y la sombra son complementarias: la sombra es la linterna del acomodador otoñal.


El problema es que la sombra necesita para existir, de un determinado umbral de luz, a pesar de lo cual las hojas siguen cayendo de noche e incluso en días nublados. No sé si entonces dejan de caer donde deben. Lo cual indica que la vida, la naturaleza, es muy complicada. Tiene que serlo para que no se produzca el derrumbe total.


Obsérvese la complementariedad de luz y sombra en la palabra umbral. Para el Diccionario (en origen la llama lumbral, de lumen –ines [luz]), aunque en realidad la palabra evoca sombra (umbra). Para mí el umbral es la frontera entre la luz exterior y la sombra interna de un edificio.


Llega por fin el ecologista al grito del TIC, TAC de una bomba de relojería:

Es la misma canción que ya venimos oyendo desde hace muchos años, así que podremos añadir: duerme el futuro, y siempre dormirá! (como si esto fuera una fiesta de cumpleaños)

Es el último recurso de los feroces reptiles. Hasta ahora, pero sin éxito, han intentado conseguir que todo proyecto que lideran los que mandan, ya sea grande o pequeño, se ajuste a balance de huella ecológica de cuna a tumba, pero que si quieres arroz, Catalina.

Ya nada nace en esta noche

y en lo más hondo de las piedras

un temblor de neutrones

pone en marcha el despertador.


El futuro se agita en sueños.

Aún duerme


Y nosotros pasando,

cuerpos leves de piel estremecida,

temblor vivo de sombra y esperanza


Las bocas de los cocodrilos se preparan

para defender

en sus dientes el último destello de la selva

En los ojos abiertos de los peces envenenados,

en las grandes poblaciones que los hombres deshabitan,

en el último suspiro de los niños esqueleto,

duerme el futuro.