Respecto a lo de que estudiar no sirve para nada me gustaría recordar una experiencia tan sencilla como el dicho popular de que “el saber no ocupa lugar”, y es ésta: Con los bienes inmateriales tales como el amor y el conocimiento ocurre contrariamente a lo que sucede con las cosas materiales: Cuando el bien poseído es inmaterial, se acrece a medida que se da más de él: a este respecto es notorio que quien enseña es quien más aprende: "Ayudadme a comprender lo que os digo, y os lo explicaré más despacio," nos decía Antonio Machado por medio de su Juan de Mairena.
Me voy a detener un poco más en lo de que “lo que se estudia no sirve para nada”, porque puede ser objeto de interpretaciones matizadas.
Efectivamente, en una sociedad esquizofrénica como la nuestra, que permite tirar productos alimenticios para evitar el hundimiento de sus precios mientras en otra parte del mundo tal vez no demasiado alejada los hombres se mueren de hambre, parece tener sentido decir que el estudio de la economía (de la que tenemos y estudiamos) o de la industria agroalimentaria no sirve para nada.
Por otro lado, en esa misma sociedad se da simultáneamente, el hecho de tener tareas desatendidas y personas sub o desempleadas. Yo he conocido el caso, y me imagino que no será el único, de un ingeniero superior de telecomunicación, joven, bien formado y con ganas de trabajar que, en una gran empresa industrial estuvo dedicado durante largo tiempo a rebordear los cantos de los planos vegetales para evitar su deterioro. Y había sido contratado no hacía mucho para misiones más elevadas. A menos de 100 metros, en cambio, se había interrumpido el análisis por elementos finitos de una pieza importante que se rompía en servicio, porque no había nadie que pudiera hacerlo.
En estas condiciones, ¿no es lógico preguntarse si sirve para algo estudiar ingeniería o, incluso, elementos finitos?
Evidentemente, la pedagogía de la recreación no es para entrar en este juego. ¡Flaco servicio nos haría si nos ayudara a recrearnos en la mezquindad o en la ramplonería! Sí debe ayudar, en cambio, a superar ambas: Habrá cumplido con su cometido cuando haya conseguido que cada cual sea capaz de recrearse y al tiempo la empresa admita eso mismo con complacencia y con provecho. Es decir, el resultado último de lo que yo llamo la pedagogía de la recreación es conseguir un máximo de sinergia en la empresa.
Antes de seguir adelante me gustaría decir que yo soy de los que piensan que una buena teoría es la cosa más práctica. Y ello tiene utilidad a mi juicio tanto referido a la enseñanza como en relación con cualquier actividad de la vida: Un buen proceso es la mejor garantía de que una producción no dé problemas; una norma bien hecha evita trabajos inútiles y dilaciones indeseadas al tiempo que asegura una permanente adscripción de responsabilidades.
Incluso antes de empezar a cablear el arranque estrella-triángulo de dos motores en paralelo conviene dibujar el esquema eléctrico. Quiero decir con ello que la teoría, a condición de ser eso, teoría, y buena, es lo que tiene más capacidad de liberar al hombre de lo rutinario que pueda haber en trabajos ulteriores para dejarle más ocasión de recreo en ellos o de lugar para otros.
Por analogía me viene a las mientes la Pedagogía de la Concientización. De acuerdo con ella Freire, en su camino de enseñar para la libertad parte de las realidades que rodean al hombre. Algo semejante ha de hacer la Pedagogía de la Recreación: ha de contar con la realidad de aquella sociedad esquizofrénica a que antes me refería, pero también con la realidad psicológica del hombre, de cada ingeniero en nuestro caso.
Me quería referir seguidamente a algunos casos prácticos. Hace algunos años se me requirió desde nuestra Escuela de Ingeniería del ICAI, junto con otros ingenieros, para que ofreciéramos unas sesiones informativas a los estudiantes de los últimos cursos de carrera a fin de transmitirles, de primera mano, las experiencias, lo más variadas posible, de la realidad del trabajo de los ingenieros.
UN PARÉNTESIS
Mientras reescribo estas líneas, mi nieto Juan que está terminando la carrera de Ingeniero de Minas y que ahora mismo se encuentra en Liubliana, Eslovenia, siguiendo un curso Erasmus, me pidió espontáneamente que le dedicara unos ratos a transmitirle mi experiencia en la práctica de la ingeniería. No he de decir que con todo esto que ahora escribo y unas cuantas cosas más he tenido materia para intentar saciar su curiosidad; al menos él ha mostrado por ello una punta de satisfacción.
……
Cada cual lo orientó a su manera, naturalmente, y yo lo hice precisamente en esta línea que vengo preconizando: pensé que siendo ellos estudiantes están en condiciones óptimas para apreciar el posible enganche de ciertos temas de estudio con la realidad profesional. Ello me iba a permitir a mí, de paso, reflexionar sobre la capacidad de recrear ideas. Fui separando, pues, las cuestiones que, entre las que yo estudié, pudieran haberme parecido extrañas o al menos poco prácticas, pero que sin embargo después me han servido para resolver problemas concretos que se me fueron presentando.
Con ello yo llegaba a la conclusión, no sé si lícitamente, de que todo lo que se estudia tiene utilidad: unas cosas para unos y otras para otros, tales en un momento determinado y tales otras en otro. Si yo, que no soy al fin y al cabo más que un ingeniero corriente y moliente, siento esta experiencia, pienso que extrapolando a toda la población ingenieril, la tesis puede tener validez.
Ello no hace sino echar mucha responsabilidad sobre quienes elaboran los planes de estudio y los desarrollan: optimizar esa realidad es su principal incumbencia a fin de que, como decía antes, la teoría sea una cosa realmente práctica.
A continuación planteé cinco casos prácticos de los que ahora sólo mostraré tres ya que los otros dos están expuestos de una u otra forma en otras páginas de mi sitio Web.
Estos dos últimos son los siguientes:
-Las funciones hiperbólicas como ingredientes de la relación entre tensión del cable y distancias en un funicular. Buscar págs. 133 / 134 en
http://www.caprichos-ingenieros.com/ewExternalFiles/vida.pdf
-Una sistemática algebraica para igualar reacciones químicas inspirada en el método de los coeficientes indeterminados para la sumación de series. Ver Pág. 17 de
http://www.caprichos-ingenieros.com/ewExternalFiles/quimicas.pdf
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