Estás en: raices

QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

INICIO


Pgs. 1    2     

Modernamente se han encontrado nuevos usos al mercurio (lámparas de vapor de mercurio, etc.), pero más modernamente aún se ha satanizado el mercurio en todas sus aplicaciones a causa de resultar letales para la salud de los seres vivos y de la naturaleza en general. Esto no es, realmente, tan moderno; más o menos, ya se sabía en tiempos del Emperador Carlos.


Entonces se llenaban pellejos con mercurio, que, debidamente confinados en contenedores de madera reforzada, eran transportados mayormente al puerto de Sevilla con destino a América donde el mercurio era usado para amalgamar el oro y la plata que volvían en las mismas naves (con permiso de los piratas) a las arcas reales (¿o de la Orden de Calatrava? ¿o del Fúcar?).


Fíjense si en aquellos tiempos ya se conocían los inconvenientes del mercurio, que las minas de Almadén estaban equipadas, además de con todas las utilidades necesarias para la extracción, elaboración y beneficiado de materiales, con una botica, un hospital y una cárcel.


Lo de la botica y el hospital resulta natural a la vista de las enfermedades que se contraían en la mina por inhalación de los vapores de mercurio. Es éste el único metal volátil que existe pudiendo ser absorbido por las vías respiratorias; además, el mercurio orgánico es neurotóxico por su capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica. El resultado consistía en contraer el mal del azogamiento cuyo síntoma más visible era un temblor continuado y que algunos han llegado a comparar con la enfermedad de Parkinson.


Observen cómo termina en el Tomo 2º del Quijote el Capítulo 31, y empieza el 32:

Y volviéndose la plática a Don Quijote, le dijo [el eclesiástico, en casa del Duque]:


-Y a vos, alma de cántaro, ¿Quién os ha encajado en el cerebro que sois caballero andante, y que vencéis gigantes y prendéis malandrines? …


Levantado, pues, en pie Don Quijote, temblando de los pies a la cabeza como azogado, con presurosa y turbada lengua, dijo: … [y se despachó a su gusto en defensa de la Andante Caballería].

Bueno, pero ¿qué pasa con la cárcel? Pues pasa que la cárcel era la residencia de los mineros que, siendo galeotes, es decir condenados a galeras por algún delito, habían optado por la oportunidad de ir a trabajar a la mina en vez de ir a remar en las galeras del Rey.


Como no se sabe muy bien cual de los dos trabajos conducía antes a la muerte, quiero dejar constancia de otra circunstancia quijotesca que asalta mi curiosidad en relación con todo esto. El Capítulo 22 del Tomo 1º trata De la libertad que dio Don Quijote a muchos desdichados que mal de su grado los llevaban donde no quisieran ir.

Don Quijote alzó los ojos y vio que por el camino que llevaban venían hasta doce hombres a pie ensartados como cuentas en una gran cadena de hierro por los cuellos, y todos con esposas a las manos. Venían asimismo con ellos dos hombres de a caballo y dos de a pie; los de a caballo con escopetas de rueda, y los de a pie con dardos y espadas, y que así como Sancho Panza los vio dijo: Esta es cadena de galeotes, gente forzada del rey, que va a las galeras.

Leyendo con atención el Capítulo y su entorno, uno se percata de que el suceso tenía lugar cerca de Almodóvar del Campo, entre Almagro y Almadén, información insuficiente para aclarar si los galeotes iban a embarcar en Sevilla para remar en galeras o a residir en la cárcel de Almadén para trabajar en la mina de cinabrio.


Lo que sí está claro es que en una recta de 168 Km cortada por la frontera entre La Mancha y Extremadura y ligeramente inclinada sobre un paralelo muy próximo al 38 (el de la guerra de Corea), se encuentran Castuera, Almadén, Almodóvar del Campo y Almagro, es decir: Chile, el mercurio (por cierto, EL MERCURIO es el periódico más importante de Chile, y su edición de Valparaíso, la más antigua que circula en español -desde 1827-), los galeotes, los Fúcares y los condes de Valparaíso.


Me falta hablar de estos últimos. Sobre el primero, fundó Felipe V en Almagro el condado de Valparaíso (1705), sin duda por el apoyo prestado desde esa ciudad a la causa borbónica en la Guerra de Sucesión. El segundo conde, nacido en Almagro en 1696, llegó a ministro de Hacienda y Estado con Fernando VI e hizo renacer en su pueblo la industria de la blonda que, como ya hemos visto tenía arraigada tradición desde el siglo XVI.


Hay que resaltar la visión del primer conde de Valparaíso al no adherirse a la causa austriaca del Archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión española. Conocía bien el hundimiento de la economía española durante los últimos Austrias a consecuencia de lo cual la banca Fugger había quebrado en 1607 y aguantado con dificultades el resto de los negocios hasta que a finales del siglo XVII los Fugger habían desaparecido totalmente del escenario internacional.


Se dice que el nombre del condado no tiene que ver con el Valparaíso chileno sino más bien con el nombre de una finca que había cercana a Almagro. Tal vez sea cierto pero entonces uno se pregunta por el origen del nombre de esa finca sita en el pueblo del pre-conquistador de Chile. Sea lo que fuere, lo que hoy es un hecho es que el mejor hotel de Valparaíso tiene por nombre Hotel Almagro.


Para cerrar el círculo, voy a hablar de los Fúcares que estaban al comienzo de este relato. Cuando vine a estudiar a Madrid el año 1949 solía visitar en su casa a mi compañero de Bachillerato Julio Alameda Valle que vivía en la calle del Fúcar Nº 10. Yo entonces desconocía toda esta serie de coincidencias que habían de ocurrir:

-La calle de mi amigo se llamaba así porque los banqueros del Emperador Carlos I habitaron en ella.

-Paralela a esa calle estaba la calle Alameda, con el nombre del primer apellido de mi amigo.

-Yo había de veranear varios años en Rascafría, en el valle del Lozoya, al lado del pueblo llamado, precisamente, Alameda del Valle.

-Cruzando ambas calles, Alameda y Fúcar está la calle Almadén, con nombre evocador de mercurio, la riqueza que asentó a los fúcares en España.

-Hoy, la calle de Fúcar está dedicada a Cristof Fugger con retrato sobre azulejos que lo inmortaliza.


Este Fúcar no fue, ciertamente, el amigo de Carlos I, sino uno de los dos que con el mismo nombre existieron en la 6ª generación Fugger dentro de su árbol genealógico. El fundador del linaje se llamó Hans, un descendiente de campesinos que se instaló en Augsburgo en 1357 (en Villa de afuera, para entendernos, en alemán, o ciudad de Augusto, en medio latín).


El amigo del Emperador Carlos fue Jakob el Rico, de la 3ª generación. Todo apunta a que los banqueros Fugger eran judíos, pero no he encontrado ningún fedatario que lo asegure. En todo caso, si lo fueron, debieron de ser de los conversos a juzgar por sus obras. Vean.


Mi amigo Mariano fue a visitar a una nieta en Munich y, una vez allí se acercó a Augsburgo para visitar la Fuggerei. Es ésta la colonia urbana social más antigua del mundo, fundada en 1521 por Jakob el Rico para albergar en 140 viviendas a ciudadanos necesitados de  Augsburgo que pasaron así de mendigos a personas de autoayuda y de ayuda mutua. De esta manera su fundador se adelantó a la Reforma protestante y a la Contra-reforma católica.


El fundador, en recuerdo de sus hermanos ya fallecidos dedicó la colonia: “Para la prosperidad de su ciudad y con profundo agradecimiento a Dios Nuestro Señor por los bienes recibidos, con devoción y magnánima generosidad”.


Copio del folleto para visitantes que me regaló mi amigo: