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LA APORTACIÓN DEL PY


En definitiva, ¿se puede decir que el PY consigue el Cero Defectos como pretenden sus impulsores?


En sentido estricto la respuesta es que no. Sería demasiado bueno para que fuera realidad. Ello equivaldría a poder implantar la felicidad sobre la tierra, pero seguramente habrá que esperar. La respuesta es que no, por estas razones:


- Un PY, igual que un Gráfico de Control de SPC se implementa para un solo parámetro (un solo atributo o una sola variable). O tal vez para una de las muchas fases que intervienen en la consecución de un parámetro. De un parámetro entre los muchos que a su vez configuran un producto … Estamos, pues, ante una limitación cuantitativa.


- Existe también una razón cualitativa. Los PY pueden ser, como todo, buenos o no tan buenos: difícilmente serán perfectos. Los mejores se acercarán más a la perfección, pero siempre quedará una probabilidad de riesgo más o menos remoto. Recordemos el caso del paso a nivel referido antes.


- Los PY complicados que requieren los problemas difíciles pueden llegar a ser muy costosos. Aquí no sirve decir que la Calidad es lo primero olvidando lo que es Calidad. Recordémoslo: Es dar satisfacción al cliente mediante el cumplimiento de una especificación acordada con él. Si el PY es un remordimiento, es decir, es un arreglo a posteriori para intentar cumplir aquella especificación acordada que por nuestro propio error no alcanzamos a satisfacer, y lo conseguimos a base de encarecer el producto más allá de lo acordado (el precio es también parte de la especificación contemplada en la definición de Calidad), estaremos no dando calidad al producto en cuestión, sino ofreciendo un producto nuevo, distinto.


- Cuando los efectos (los defectos) que pretende atajar un PY están asociados a causas asignables, sí es posible que actúe sobre ellas con mayor o menor fortuna. Pero es prácticamente imposible que lo haga tratándose de causas No Asignables. En este caso, el PY se limitará al antiguo papel del artesanado separando lo bueno de lo malo. Que no es poco, evidentemente, pero que si lo malo es irrecuperable y por añadidura no se puede tratar en la fuente, estaremos ante un Cero Defectos para el cliente, puramente ficticio. Como muy bien dice Taguchi, alguien paga, en definitiva, por lo malo.


- Hay, por fin, una razón de no mucho peso, y seguramente de carácter pasajero, que no obstante conviene señalar.

En Japón está muy desarrollado el PY, y no sé si ello es causa o efecto de la existencia de numerosos y variados elementos de ferretería del PY. Ya hemos apuntado antes que algunos SPY pueden llegar a ser muy sofisticados, y que no en todas partes han de estar disponibles sus elementos, aunque, insistimos, su difusión los irá haciendo cada vez más asequibles.

     Los SPY van desde el puro ingenio y escaso soporte material, hasta una ferretería PY muy elaborada que, por supuesto, hay que organizar también, con un mínimo de ingenio. Se necesitan, pues, las dos cosas, ingenio e instrumentación. El PY ha conseguido, por otra parte, que el instrumental de laboratorio salga al campo de la producción y lo invada. Pero esta invasión no se producirá en todos los países con el mismo ritmo.


     Hecho ya el papel de abogado del diablo sobre el PY, veamos su cara positiva:

     - Efectivamente, si un SPY está bien implementado, es prácticamente eficaz al 100 % allí donde se instala, y para el propósito que persigue. Es una especie de calibre pasa-no pasa para toda la producción de un parámetro, variable o atributo (y considerando este último incluso de forma convencional).

     - Cuando los SPY se implantan como consecuencia de los Gráficos de Control del SPC, ya están inscritos en la Mejora Continua de la Calidad pues hay que recordar que los Límites de Control en SPC no se dejan estáticos, sino que se van reduciendo según el tiempo pasa, y a partir de los mejores y sucesivos resultados que puedan ir obteniéndose.

     - El PY es una excelente Técnica de la Calidad Total que ayuda a eliminar defectos y que por ello es muy adecuada para su utilización por Grupos ad hoc, Círculos de Calidad, Oficinas de Métodos, Grupos de Análisis de Actividad, etc. No olvidar que las Técnicas de la CT constituyen su tercer ingrediente.

     - Es, por fin, una llamada al uso de la creatividad, ese producto tan poderoso y tan escasamente desarrollado y utilizado, que yace semioculto en las organizaciones.


CÓMO MANEJAR EL PY.


     Con lo dicho hasta ahora ya hay bastantes pistas para saber a qué atenerse. Sin embargo, vamos a concretar un poco más.


- Teniendo en cuenta la limitación cuantitativa antes apuntada, no es recomendable hacer una campaña PY masiva sobre todo defecto real o posible. Se atacarán con PY, por orden, los defectos más caros, más frecuentes, de más fácil arreglo, los mejor conocidos, dando preferencia a aquellos que puedan resolverse con más ingenio y menos ferretería. Y todo ello haciendo revisiones sucesivas de la situación para ver qué defectos van quedando (o qué defectos nuevos han surgido).


- El PY no viene a suplantar a los medios de control existentes. Por el contrario, se alimentará de ellos: Las Auditorías, los Gráficos de Control del SPC, el Autocontrol, etc. servirán para orientar y dar prioridad a las acciones; especialmente los Gráficos de Control, que al igual que el PY manejan un solo parámetro. Evidentemente, una vez implementado debidamente un SPY para un parámetro, ya no será preciso, en lo sucesivo, controlar dicho parámetro, lo cual supone un ahorro y, globalmente, un aligeramiento de los efectivos de Calidad.


- Lo ideal es que los SPY sean manejados por los Círculos de Calidad. Pero si estos no existiesen, o no los hubiera en la cantidad necesaria, habrá que crear Grupos ad hoc pilotados desde la Oficina de Métodos, con intervención de las personas más próximas al problema (es decir, al lugar donde se manifiesta y al lugar donde se genera), y siempre con la participación de agentes de la Organización de Calidad.


- En todo caso habrá de tenerse siempre presente la definición de Calidad, no sea que de la producción antes que nada pasemos ahora a la calidad antes que nada sin tener claro qué es esa ultima calidad en cursivas. La calidad hay que haberla tenido antes, desde la concepción del producto (y habría que añadir que desde la concepción de la empresa). Pero de todas maneras, ojalá haya todavía margen para la aplicación de PY a la eliminación de defectos. Este margen que cada vez será más estrecho habrá que llenarlo, fundamentalmente, con los PY más ingeniosos y más baratos, que estas dos cualidades suelen ir siempre de la mano.


- También es cierto que habrá que atenerse al equilibrio que las circunstancias suelen imponer entre costo e inversión. Si tomamos el ejemplo 13 que luego se describe, se observa que se ha producido una inversión sin aumento del costo. Pero también se podía haber implementado un PY rudimentario sin inversión, consistente en aumentar una fase al proceso (aumento de costo) que exigiría al operario extraer previamente las cuatro juntas del contenedor a granel y situarlas en una bandeja como la de la posición D allí mostrada, antes de que sean montadas en el conjunto B.


- La reacción de la gente de Métodos  frente al PY es la misma que la de Producción frente a los Círculos de Calidad. Tanto unos como otros declararán, convencidos, que no hay ninguna novedad en tales acciones: ellos siempre han venido trabajando ya así. No es cuestión de desmontar ahora el sofisma tocante a los Círculos de Calidad, pero sí conviene decir algo en relación con el PY. Naturalmente que los agentes de Métodos utilizan el ingenio y  la ferretería para hacer mejoras de Métodos, mejoras que les vienen impuestas por los planes anuales de reducción de costos de producción. La novedad con el PY es que las mejoras que se pretenden ahora son mejoras de calidad, entendiendo ésta con arreglo a la definición que se dio antes.


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