QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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Pgs. 1    2     

EL VALOR DE LAS PALABRAS


A mi amigo Mariano le ha gustado una de mis chistorras pero me pregunta:¿Por qué ese nombre?


Nunca me había detenido a definirlo pero, ya que se empeña, haré un esfuerzo. Es evidente que se trata de un derivado de chiste, igual que al principio yo pensaba que Mingote era un derivado de monigote que el dibujante empleaba como seudónimo.

Lo de que la chistorra sea un chorizo navarro algo delgado, puede que tenga también que ver en el juego palabrero porque con ello, tal vez inconscientemente, estoy adjetivando al chiste que me gusta: el delgado, el fino. Me gusta lo fino y la fineza, la sal fina y no la sal gorda, la delgada chistorra y no la morcilla cular (aunque asimismo me gusta el chorizo de León y, por supuesto, el de Cerdo).


Que me guste lo fino no quiere decir que yo lo sea, que a veces soy más basto que un pañuelo de esparto. Lo digo así y no como lo tengo en la punta de la lengua porque esto otro no está en el diccionario y, porque además, puede que haya niños y señoras delante.


Me encanta ver nadar a mi hija porque tiene un estilo muy fino: en su crol o en su espalda no se aparta un centímetro de la corchera (bueno ni de la semicorchera, ni de la fusa ni de la semifusa). Es que tuvo de niña, primero, un excelente monitor de nombre Erik (holandés) y después otro húngaro cuyo nombre se me ha olvidado. Mi nieto el minero dice de ella que nada delgado.


Hoy, con sus 56 años, ella hace gimnasia fina para asombro de sus colegas deportivos: les explica que de pequeña acudió al estudio de danza de Karen Taff en el que aprendía elasticidad, la misma que hoy emplea para llegar al suelo, estirada, con las palmas de las manos.


No puedo evitar el relato de lo fino, la finura, lo del fin (que no justifica los medios) y todas sus derivaciones que tengo muy apegadas. Por cierto, ¿saben ustedes cual es el último de los peces que estaba en la interminable cola para entrar en el arca de Noé?


Por si no lo sabían: el delfín. Pues sí, allí estaban el delfín y su delfina, que no sé para qué tenían que hacer cola, porque con la que estaba cayendo tenían su futuro asegurado offshore.


Delfín Calvo era mi profesor de Geografía e Historia en mi Bachillerato de 1943. Y Delfina ha sido la chica más eficiente, agradable y delgada que he conocido. Me la asignaron en la Real Academia de Ingeniería como lexicógrafa con ocasión de mi reciente participación en la elaboración del Diccionario Español de la Ingeniería.


OTRA


En buen hermanamiento del griego y el latín nuestra palabra Dios es el significante del genitivo, del creador.


En el DRAE, genitivo tiene estas dos acepciones: 1. adj. Que puede engendrar y producir algo.

2. m. Gram. caso genitivo.

A  mayor abundamiento: El sufijo –ivo lo define el DRAE como que … Puede significar capacidad para lo significado por la base [yo añado: vomitivo: que tiene la capacidad de producir vómito]. La consecuencia es que el genitivo tiene capacidad de engendrar, que es lo que ocurre con Dios.


Me sorprende no hallar en el DRAE la raíz gen del latín gens, gentis, utilizada como prefijo gen-  en gente, genocidio, genealogía, genoma, etc. que podría aplicarse con toda propiedad, también, al caso genitivo.

La preposición propia del genitivo es de, que es definida como que denota posesión o pertenencia. Podemos decir que “la creación es la obra de Dios”.


En la Grecia antigua Zeus era el rey, el padre de los dioses; es decir, era más dios que nadie. Pero intentemos declinar su nombre: Nominativo, Θευς; genitivo, Διος…


Esto es así porque Θευς es un sustantivo irregular de doble tema (primer tema Θευ; segundo tema Δι). Nosotros, en español, nos hemos quedado, literalmente, con el genitivo Dios que es a lo que conducen mis elucubraciones.

OTRA MÁS

Héliceespiraloidepolígonocircunferencialconotrepadora


Tener que explicar una palabra resulta tan penoso como explicar un chiste, pero no tengo más remedio al enfrentarme a una unidad lingüística tan larga como ésta (53 letras; las más largas palabras alemanas que he visto tienen treinta y tantas).

Me estoy refiriendo a la tira negra de la Fig. 1. Parece que es una hélice, cosa que hay que aclarar. Una hélice es una curva y la tira no es tal: es una superficie alabeada en el espacio y limitada por dos líneas. Sin embargo recuerda una hélice.


Se añade que la hélice es espiraloide, o sea, que no es una espiral propiamente dicha (tendría que ser una curva), sino algo que se le parece (DRAE: -oide).


Lo de que sea polígonocircunferencial se aprecia en la Fig. 1 pero donde se aclara es en la Fig. 2: El único borde de corte que hay alterna en su configuración la sucesión de quebradas poligonales (octógono, heptágono y hexágono), con arcos de circunferencia.


La tira negra de la Fig. 1 se obtiene al cortar y estirar, alabeándola, la Fig. 2 .


La hélice es curva que puede asentarse sobre un cilindro o sobre un cono, así que habrá que desambiguar esta cuestión.

Fig. 1