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QUÉ hay detrás

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LA PARANOMASIA QUE VIENE!

(DE ACCENTIBUS)


Tengo que avisar que me gusta mucho jugar con el lenguaje. Aunque no lo avisara daría lo mismo porque el lector se da cuenta enseguida. Me pasa lo que a Gracián cuando preconiza la milicia contra la malicia, solo que yo señalo a las mujeres maduras y talluditas que aparecen después tulliditas cuando envejecen.

     

Me voy a permitir acuñar el neologismo esdrujular. Hay quienes dicen mámpara o intérvalo: son los que esdrujulan. Permítaseme, pues, decir con toda propiedad que, para un vocablo que suena esdrújulo siempre pudo haber alguien que  esdrujuló. ¡Quien no ha esdrujulado alguna vez! Yo, sin ir más lejos, de vez en cuando esdrujulo el oboe que mi joven vecina Rocío toca con singular maestría.


Es más; yo mismo soy un tanto esdrújulo, aunque sin exagerar. No soy, ciertamente un telúrico modélico ni un Píndaro o un Góngora pero, modestamente, tengo carné de flebítico, de papirofléctico y de prostático.


Por otra parte, la Real Academia, siempre tan comprensiva ella, ya autoriza a ejercer la exégesis tanto a los exegetas como a los exégetas, cosa que es muy de agradecer.

     

La colección que sigue es una variante que cultivé hace muchos años. Tenía yo algún  contacto que la nutría con generosidad (lo decía Cantinflas: la comida es para eso, señora, para que se nutria!).

     

Como casi todas las cosas antiguas, se perdió, y ahora se me ha ocurrido rehacerla. Lo más llamativo es que siempre hay un término esdrújulo, y como acompañamiento y solaz, nada mejor que un poema.

     

Se titula Soneto esdrújulo a la tortilla española y es de mi amigo el excelente poeta Luis Arrillaga. Se publicó en 1988 en Cuadernos de poesía nueva.


Item más:

En una revista que edito, escribía yo hace poco con el título de Reciclaje y ahorro, algo como esto:

     

“Hay otra forma de reciclaje que, como no da dinero, seguro que no se le ha ocurrido a nadie. Yo, en cambio, ofrezco gratis mi producto para que recicle Tricicle.

Se trata de que con un mínimo de gasto de energía (la de mover el acento de una sílaba a otra), se puedan componer tres palabras distintas con las mismas letras. Dispongo en almacén de unos 55 ejemplares. Se gratificará generosamente a quien incremente este singular patrimonio de la lengua española.

Como gran ejemplo de ahorro, sea la palabra Mississippi. Ya ahorra en toponimia: la misma palabra para un río y un estado. Y con 4 letras distintas compone una palabra de 11, ¿hay quien dé más? Lo que no ahorra es quebraderos de cabeza al escribirla: Woody Allen dice que siempre se equivoca.”


Item más 1:

Aquí viene a cuento lo de aquel cateto que a la vuelta de su viaje a Francia les explicaba a sus amigos sus desventuras con el francés:

-Hombre, que al pan le llamen pain y al vino vin, pase. Pero al queso, que estás viendo que es  queso, que lo llamen fromage …


Pues eso. Que a esa palabra que estás viendo que es esdrújula la llamen proparoxítona … (menos mal que el palabro -perdonen, señores griegos- también es esdrújulo).


Ánimo, animo, animó.               

Ángulo, angulo, anguló.               

Depósito, deposito, depositó.

Cálculo, calculo, calculó.                              

Equívoco, equivoco, equivocó.

Solícito, solicito, solicitó                                

Específico, especifico, especificó.

Cántara, cantara, cantará.               

Pacífico, pacifico, pacificó.

Cáscara, cascara, cascará.               

Pórtico, portico, porticó.

Cátara, catara, catará.     

Rótulo, rotulo, rotuló.

Centrífugo, centrifugo, centrifugó.      

Crítico, critico, criticó.     

Cítara, citara, citará.                    

Síncope, sincope, sincopé.

Continuo, continúo, continuó.                      

Lícito, licito, licitó.

Débito, debito, debitó.                         

Árbitro, arbitro, arbitró.

Émulo, emulo, emuló.

Líbero, libero, liberó.     

Filósofo, filosofo, filosofó.               

Cúbico, cubico, cubicó.

Género, genero, generó.               

Módulo, modulo, moduló

Hábito, habito, habitó.                

Péndulo, pendulo, penduló.

Incómodo, incomodo, incomodó.

Naúfrago, naufrago, naufragó.     

Íncubo, incubo, incubó.                

Pródigo, prodigo, prodigó.

Intérprete, interprete, interpreté.          

Número, numero, numeró

Inválido, invalido, invalidó.               

Trámite, tramite, tramité.

Líquido, liquido, liquidó.               


Dómine, domine, dominé.

Máscara, mascara, mascará.

Tráfico, trafico, traficó.

Médico, medico, medicó.

Práctico, practico, practicó.

Méndigo, mendigo, mendigó (1).      

Círculo, circulo, circuló.

Pálpito, palpito, palpitó.               

Beatífico, beatifico, beatificó.

Parásito, parasito, parasitó.            

Óxido, oxido, oxidó.

Próspero, prospero, prosperó.

Explícito, explicito, explicitó.

Público, publico, publicó.               

Mérito, merito, meritó.

Término, termino, terminó.               

Pícara, picara, picará.          

Tránsito, transito, transitó.               

Cómputo, computo, computó.

Trémolo, tremolo, tremoló.               

Estímulo, estimulo, estimuló.

Último, ultimo, ultimó.                                  

Magnífico, magnifico, magnificó.

Válido, valido, validó.                                        

Índico, indico, indicó.

Vómito, vomito, vomitó.               

Músico, musico, musicó.

Título, titulo, tituló.                    

Júbilo, jubilo, jubiló.

Opósito, oposito, opositó.

Prócuro, procuro, procuró.

Óptimo, optimo, optimó.               

Vínculo, vinculo, vinculó.

Melífico, melifico, melificó.               

Ápodo, apodo, apodó.

Desánimo, desanimo, desanimó.

Adúltero, adultero, adulteró.

Ejército, ejercito, ejercitó

Demérito, demerito, demeritó.

Rémora, remara, rememorará  (V. disimule la licencia)

Cáceres, careces, cazarás (Olvide mis últimos desvaríos)

(1) En Méjico: mendigo, el que pide; méndigo, el que no da.



    Soneto esdrújulo a la tortilla española

                           La patata, caricia subterránea,

espera con talante diplomático

resolver el jaleo burocrático

y salir de la torpe miscelánea.


El huevo es la pasión mediterránea

para un gallo aristócrata y flemático

que asalta con chistera y con prismático

a una pobre gallina momentánea.


La cebolla completa el salutífero

manjar hispano. ¡Viva la aritmética

de este trío de dones tan fructífero!


La tortilla española tiene estética

para saciar al ávido mamífero

y a toda gastronómica poética.