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QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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Pgs. 1   2    3    4    5

Frenesí de partículas; 175


Las partículas invariables por excelencia son las preposiciones (y los adverbios, también); nuestro autor la toma con los preposicioneros que se portan como habladores u oradores insustanciales.

Sabido es que la RAE ha actualizado la lista de aquellas eliminando dos de uso antiguo (cabe y so) e incorporando otras de empleo habitual actualmente (durante, mediante, pro, versus y vía).


Yo, como soy un antiguo, conservo a cabe en mi soneto a Valonsadero: Entre el norte y el sol, granito pardo.  / Mi cuerpo horizontal en primavera, / a saciarse de luz antes que muera / se va, cabe la roca y junto al cardo.


Nada que objetar a aquellas innovaciones necesarias ni a las locuciones preposicionales o adverbiales decentes.

¿Desean extravagancias adverbiales? He aquí una breve serie.

Previamente a su reunión … (antes de).

Seguidamente a su actuación … (después de).

Muy bien puede ocurrir que las sesiones del Congreso se celebren simultáneamente a las del Senado … (a la vez que).

Un ciclista triunfó meritoriamente llegando en solitario a la meta … (solo).

Pareciéndole a un redactor que anoche es una trivialidad, lo mejora escribiendo … en la noche de ayer.

El dequeísmo; 196


Este vulgarismo lo ilustra nuestro autor con algunos ejemplos extraídos de sus escuchas directas:

Le dije de que no fuera, y fue.

… Me han propuesto de que haga una coproducción en México y estoy esperando el guión.

… Un árbitro de fútbol justificaba la sanción impuesta a un jugador porque le ordenó de que no protestara sus decisiones, y el muchacho le correspondió con una higa.

En los tres casos, simplemente suprimiendo la de (y conservando que) queda todo perfecto.


El autor se despacha a gusto explicando la diferencia entre vulgaridad y vulgarismo, pero yo me quiero fijar en cómo descubre la etiología del suceso.


Los tres verbos de los ejemplos, decir, proponer y ordenar rigen sus respectivas oraciones complementarias: que no fuera, que haga una coproducción, que no protestara.

Cabría pensar en la acción analógica de oraciones cuyos verbos cuentan con un obligado régimen preposicional (“eso depende de que llegue a tiempo”); “estoy seguro de que fue allí”; pero su naturaleza sintáctica es tan diferente que no parece probable tal acción analógica.

Se inclina el autor por esta otra explicación:

de se ha introducido tras los verbos susodichos por inducción del régimen de sus nombres correspondientes. “Le ordenó que acudiera” dice aproximadamente lo mismo que “le dio la orden de que acudiera”; los contenidos semánticos de “Temo que no llegue a tiempo” y “Siento el temor de que no llegue a tiempo” son sumamente vecinos.

Y se pregunta por qué esta inducción se produce ahora y no antes. Su respuesta: porque ahora lo que se lleva es la perífrasis. Vean:

Dar la orden en vez de ordenar; hacer una propuesta en vez de proponer; dirigir una súplica en vez de suplicar …

Carisma; 199