BEATRIZ RUSSO


Beatriz Russo es poeta y narradora madrileña de 1971. Licenciada en Filología Hispánica, es magíster en la enseñanza de español como lengua extranjera y traductora de italiano, inglés y francés.


Durante años ha combinado su creación literaria con recitales poéticos y ponencias en Universidades de España, Italia, Francia, y México, en Festivales de poesía, Jornadas Literarias nacionales e internacionales y en cafés y centros culturales. Asimismo, ha destacado en prensa, radio y televisión. Es colaboradora de la revista electrónica de poesía Ibi Oculus, y miembro del consejo editorial del Canal Iberoamericano de autores Conoceralautor.com.


En 2004 publicó su primer libro de poemas En la salud y en la enfermedad (Sial) que es la historia de un triángulo amoroso.


Durante un viaje entre Madrid y La Habana (o San José de Costa Rica; no sé cual de las dos porque ambas tienen la misma longitud oeste) escribió La prisión delicada (Calambur, 2007) que luego veremos ya que nuestra autora tiene esta obra por la más relevante de las suyas.


Después vinieron otros libros: Universos Paralelos (ECC, 2009) es como una constelación de poemas o estrellas sueltas con el universo como tema.


Aprendizaje (Polibea, 2010) supone un cambio de estilo. Contiene los Cuentos chinos, traducidos al chino por su autora. Algunos recuerdan al haikú japonés, por ejemplo Voz: "en el silencio está la voz. / Hablo cuando miro, / callo cuando veo". Otros semejan greguerías o proverbios y cantares machadianos. Pero siempre muy concisos, profundos, meditativos. Aprendemos desde que nacemos hasta que nos morimos.


Por fin, Los huecos de la lluvia (Editorial Universidad de Costa Rica / Fundación Casa de Poesía, 2010), es una antología de su obra  recopilada con motivo del Festival Internacional de Poesía celebrado en San José.


Como narradora ha obtenido el Premio Istar de novela erótica con La versión de Eva Blondie, al que renunció. La montaña rusa es su segunda novela. Es autora también de un relato infantil, El monte de las amapolas voladoras.                   


Beatriz Russo es una escritora de palabra ágil, muy puesta al día y con preocupaciones sociales que relaciona con sus preocupaciones personales. Indaga en la historia y ello la conduce a posturas feministas.


Estas consideraciones me llevan a conectar con su obra preferida que, como señalé antes es La prisión delicada. En ella Beatriz se engolfa de lleno en el romanticismo inglés con viajes de ida y vuelta a la actualidad de ahora distante doscientos años de la de entonces. El romanticismo que convive con la revolución industrial. Los hermanos Becquer ya viajaban en los primeros trenes desde Madrid para acercarse a su celda de Veruela. Gustavo Adolfo para escribir sus Cartas y Valeriano para pintar.


En España necesitábamos la alianza de dos hermanos para crear belleza. En la Inglaterra de entonces el pintor-poeta Dante Gabriel Rossetti resolvía la cuestión él solo.


Llegado aquí veo que todo son coincidencias. Yo conocía a Rosseti como poeta, nada más. En mi estudio sobre el soneto apuntaba  hace tiempo lo siguiente:

Un soneto bien compuesto es ya una obra de arte. La dedicatoria de los Sonetos espirituales de Juan Ramón Jiménez está encabezada por la definición que del soneto daba el sonetista inglés Dante Gabriel Rossetti . Era ésta:               


“Un soneto es un monumento a un instante, / recuerdo desde la eternidad del alma / a una hora que fue efímera y que será inmortal.”


Otras coincidencias importantes: con tres siglos de diferencia, Rossetti y Shakespeare son tenidos como los grandes sonetista en lengua inglesa. Yo lo he comprobado ahora después de interpretar las evocaciones Shakespearianas que nos brinda nuestra poeta, precisamente en La prisión delicada. Así encabeza su libro:


Esta es mi prisión delicada. / No me salvéis. / Aquí yacerá la que pudo haber sido Ophelia. / Inventadme un epitafio que se oculte bajo el musgo. / Tengo algo que evocar.

Lo demás son eso, las evocaciones que a nuestra poeta sugieren los retratos de las bellas modelos que Rossetti nos dejó pintados. ¿Será el marco de esos cuadros la delicada prisión en que el pintor y poeta guarda a su amante enamorada (su sirvienta) o, alternativamente la Ophelia apasionada de Hamlet hasta el suicidio pasivo?

Aquellas modelos eran bellas a la par que vulgares. Provenían, como puede ocurrir ahora, de las migraciones que provocaba la Revolución Industrial (el despertar de la industria textil con un aluvión informe de costureras y prostitutas es recordado en el libro). Hoy tendríamos su expresión en  la globalización.

Esa insoportable situación social lleva a una mujer con la sensibilidad de Beatriz a militar en el feminismo, el feminismo redentor de todas las mujeres. Pero he aquí que esa actitud feminista es capaz de deslizarse fácilmente hacia un feminismo antimachista. Entonces la mujer puede meter en prisión a su hombre para guardarlo y enseñarle a hacer lo que debe. Copiaré sólo una muestra de esto último.

Me he tatuado una serpiente en mi pierna con tu nombre y a veces siento que está viva, como tú,

y asciende mis muslos hipnotizada por algún Himno a la belleza,

y se desliza, pontífice de un rito que no suelo entender, pero me sigue, como si de pronto mi voz fuera un salmo penitente,

y entonces tú me obedeces, mártir de tu fe en mi cuerpo,

y asciendes un poco más hasta llegar a la antesala de mi sexo,

allí donde esperas la vehemencia de tu nombre, el sentido de ser tú el llamado y no otro, tú en comunión con tu nombre a la espera de mí.

Doscientos años de vida tiene tu nombre y sin embargo,

tatuado en mi pierna se ha hecho serpiente y a tientas busca mi cuerpo.

Cada vez que te nombro profano un instante tu reposo y te obligo a que duermas junto a mí,

a que asciendas mis muslos tal y como ahora te digo,

así, lentamente, con la falsa detinencia del deseo que se retracta por miedo a no verse ennoblecido,

con la imprecisión de una mano inexperta que finge un control que sólo yo poseo.


Solamente queda, Beatriz, que seas tú quien nos aclares lo que haga falta y, sobre todo, que nos deleites con tu belleza y con tu palabra.




Jesús de la Peña

Diciembre de 2013.

Presentación en la tertulia "Arco poético".

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