QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

INICIO

Pgs. 1    2    3    

Cuando terminé la construcción, como de costumbre, me la llevé para mostrarla a mis amigos viperinos de tertulia. Tuve la suerte de   que  que en el camino se me rompió: había pensado que sería suficiente apoyar la fronda del árbol poniendo en contacto la cara de un tetraedro con el capitel de la columna-tronco. Pero no fue suficiente, así que tuve que reforzar el capitel y la unión entre copa y tronco. Ya aproveché para reforzar el conjunto de uniones con nuevas aplicaciones de cola. Era como cuando en fábrica se construía un conjunto soldado: primero había que puntearlo para hacer después la soldadura definitiva. Yo pensé que con el punteado sería suficiente. Pero no lo fue.


Ya que he hablado de la columna, diré algo sobre ella. Como se ve, es esbelta y un tanto irregular. Su sección inferior es un hexágono obtenido por truncamiento de un triángulo equilátero de forma que su lado menor resulta ser el del hexágono regular del extremo superior del fuste. Éste, por consiguiente no tiene sus caras planas sino alabeadas, que es cosa que da al conjunto un aspecto bastante particular.


Ahora toca hablar de la foto. Siempre he pensado en ellas como remedio a mis imperfecciones de fabricación. Craso error: lo que hace la fotografía es agrandarlos, destacarlos. Su perspectiva, una vez congelada, no es la misma que yo tengo al mirar la figura. Siempre esperas que la iluminación, con su proyección de luces y sombras aclare situaciones, destaque detalles o evidencie cosas difíciles de observar.


Otro error más. Frente a una figura compleja la luz ilumina unas cosas y la sombra oculta otras. Unos matices pueden perjudicar la contemplación de su vecindad, de forma que, por mucho que te hayas esmerado en controlar intensidades, flashes, etc., llega un momento en que no reconoces en la foto la obra que fabricaste. Por eso es bueno haberla fabricado, aunque con defectos.

EL ÁRBOL DE LA VIDA (artecatorce1)


La vida es un caos hecho de cosas perfectamente determinadas. Todos sabemos lo determinado que está un tetraedro pero, cuando juntas al azar 50 de ellos, puedes obtener una figura como la que muestro aquí.


Ella tiene una estructura caótica dentro de lo determinante que fue ir amontonando tetraedros sobre una cimbra. La idea original era construir una esfera tetraedro-caótica, pero empecé a cansarme de fabricar tetraedritos y a ver que con una simple corona se producía suficiente belleza.


Trabajando a favor del caos me propuse que dos tetraedros estuvieran siempre tocándose exclusivamente en vértices y aristas; creo que lo he conseguido.

De hecho, yo pensé, en previsión de todas estas dificultades, en pintar algún que otro tetraedro con pintura al agua y colores vivos como frutos desparramados por el árbol. Afortunadamente no lo hice: no hubiera servido de nada. Pero la idea, sí me sirvió. Me sirvió para pensar que con Photoshop sí podría aplicar a cualquier cara de cualquier tetraedro el color que más conviniera para destacar o contrastar las figuras parciales hasta conseguir una visión armónica del conjunto total. De paso, la cosa me sirvió para entretenerme en el aprendizaje de algo que nunca antes había logrado manejar con Photoshop.