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ACLARANDO, que es gerundio


El pueblo belga mostró siempre una gran estima por su rey Balduino I, especialmente por su lealtad a la corona y su coherencia de vida. Hombre de profundas ideas religiosas, renunció a la soberanía de su país en 1990 al negarse a firmar el decreto sobre el aborto aprobado en el Parlamento belga.


Yo soy un simple aficionado a querer entender las cosas y no un jurista que entiende de todas las suyas. Y menos aún un constitucionalista que se sepa de memoria la nuestra del 78. Naturalmente, menos sé como es la Constitución belga.


Pero siempre me han inquietado ciertas cosas que no parecían claras. Por eso me han venido muy bien unas declaraciones de la Presidenta de la Comunidad de Madrid seguidas de una aclaración del Presidente del Partido Popular y de la consiguiente réplica de la Presidenta.


Pienso que la Presidenta expresó en su primera declaración lo mismo que muchos de los españoles habríamos pensado a propósito de la inminente concesión de indultos por el Gobierno, para los independentistas catalanes sentenciados a prisión por el Tribunal Supremo.


La ley que ha de otorgar los indultos, debe ser promulgada en el BOE por el Rey, con su firma (que se muestra como Felipe R.); parece seguirse, pues, que el Rey ha de estar de acuerdo con lo que firma.


Pero esto no es así según nuestra propia constitución. Veámoslo.

Artículo 62 de la Constitución:

Corresponde al Rey:

a) Sancionar y promulgar las leyes.

……


Artículo 56.

……

3.La persona del Rey es inviolable y no está sujeta  a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el Artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo …


Artículo 64.

Los actos del rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros competentes.


Todo ello significa que la firma del Rey expresa que el responsable de la ley que antecede a  su firma no es él, sino el Presidente del Gobierno o su Ministro de turno que firma a continuación (esta firma es imprescindible, como refrendo, según la propia Constitución) y que, por tanto, el Rey ha firmado sólo para dar señal de que el responsable es el Gobierno. Él no tiene que estar, necesariamente, de acuerdo con el contenido de la ley. Siempre caben después recursos a los tribunales por parte de la Oposición para impugnar la ley promulgada.


Lo que queda claro es que si las cosas no se explican bien (a veces tal ocurre intencionadamente y en sentidos contrapuestos), la gente llega a conclusiones falsas que se extienden por su apariencia de verdad y generan un malestar añadido que es aprovechado en propio beneficio desde los dos sentidos que se oponen.